Rjukan es un pequeño pueblo del sur de Noruega. El invierno en este lugar es terrible. Ventiscas, nevadas y oscuridad son las marcas de la mitad del año. Enclavado en las montañas, su ubicación impide que pase el sol. No obstante, los empecinados pobladores de Rjukan no se conformaron con el frío y la oscuridad, así que idearon una forma de tener el sol a la vista todo el año.
Los habitantes del norte están acostumbrados a sobrellevar situaciones adversas y luchar contra los elementos. Pero en este pueblito noruego se negaron a resignarse y encontraron la forma de tener sol todo el año.
Rodeado de montañas nevadas, el sol no llega a Rjukan por lo menos seis meses del año. Para resolver estos problemas, colocaron espejos en la cima de algunas colinas a 400 metros del pueblo. La idea es reflejar la luz del sol y dirigirla directamente al pueblo. Según Oeystein Haugan, coordinador local del proyecto:
“La idea es un poco loca, pero la locura es nuestra marca”
Locura o no, ahora ya pueden ver la luz.