Ayer se celebró el día de los pueblos indígenas del mundo. México es uno de los países con mayor racismo hacia sus comunidades indígenas, se les señala de mugrosos, analfabetos y se les dice aquella palabra que se ha convertido en una gran ofensa, Indio, que aunque es una palabra de uso correcto, la connotación que ha alcanzado contiene la mayor discriminación posible.
Actualmente en nuestro país habitan alrededor de 15 millones de indígenas y se encuentran divididos en 56 grupos étnico y se hablan 364 variantes de lenguas indígenas. El mayor reto que enfrentan los grupos indígenas es la defensa de su identidad étnica frente a una sociedad mestiza que los empuja cada vez más a abandonar sus costumbres y su lengua.
Todo comenzó con la independencia de nuestro país de la Corona española, entonces, cuando se eliminaron la castas y la esclavitud, se alcanzó la tan anhelada igualdad, por lo que la nueva tarea fue la de formar una identidad única que aglutinara a criollos, mestizos e indígenas.
Esta nueva identidad, es la tan conocida identidad nacional, el ser mexicanos, al serlo, se eliminaron las distinciones que separaban a las personas por grupos étnicos. Sin embargo, los grupos indígenas, en muchos sentidos fueron la piedrita en el zapato en este proyecto, ya que en muchos casos se resistieron a ser asimilados al resto de los mexicanos.
Asimilarse al resto de la sociedad, mayoritariamente mestiza, requería que estos grupos abandonaran por completo su herencia cultural, su identidad étnica y, ante este desafío, después de la revolución mexicana se echó a andar por parte de los gobiernos una feroz política conocida como el indigenismo, que buscó que los indígenas se adhirieran por completo al proyecto de la nación mexicana.
Quizá fue en este periodo cuando se dio uno de los episodios más tristes en la lucha por asimilar a los indígenas, la estrategia de los medios masivos permitió que las películas de la “India María,” que todo el mundo recuerda, generaran la percepción en todos los mexicanos que ser indígena es sinónimo de ser torpe, inculto, analfabeto y con una suerte desafortunada. El objetivo fue que los propios indígenas no desearan serlo.
Ya en 1994, el levantamiento zapatista vino a dar un giro a la forma en la que se trataba el problema de los grupos indígenas, hubo un cambio de paradigmas y se abandó el indigenismo, para transitar al multiculturalismo, un esquema en el que se intenta hacer convivir a la sociedad mexicana con las culturas indígenas. Por ello, en el año 2001 se llevaron a la constitución diversos derechos para los pueblos indígenas, como el hablar oficialmente su lengua, elegir a sus autoridades por el sistema de usos y costumbres y organizarse económicamente de acuerdo a su visión.
Sin embargo aún hay grandes retos que enfrentar, no sólo de discriminación, sino de acceso a la justicia, casos como el de Jacinta Francisco Marcial, que fue acusada por la PGR de secuestrar a 6 policías federales, siendo exonerada después por el Pleno de la Sala Superior del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, o el de un gran número de indígenas presos, que por no hablar español fueron sentenciados sin haber podido ejercer su defensa. Sin embargo, el mayor reto que aún subsiste, es el de la aceptación.
Jesús Rivero Casas
Politólogo