“It was you… all along it was you… you son of a bitch!”
Anoche, después de varios meses de espera, el primero de los ocho últimos episodios de Breaking Bad se transmitió (en Estados Unidos).
**A partir de este punto la nota incluye spoilers
Tras un cardiaco desenlace del octavo episodio de la temporada cinco, en el cual vimos que Hank (agente de la DEA y cuñado de Walter) descubre por fin que el temido traficante Heisenberg es nada más y nada menos que Walter White, la noche del domingo llegó la hora de ver en un nuevo episodio de Breaking Bad y saber qué es lo que va a suceder con el imperio de metanfetaminas que Walter y Jesse (con ayuda de algunas otras personas) crearon y las consecuencias de sus acciones a través del tiempo.
En los primeros minutos del nuevo capítulo, titulado Blood Money, tenemos otra probadita (al igual que en el primer episodio de la temporada) de lo que eventualmente sucederá en la vida de Walter.
Tras una serie de caóticos acontecimientos que todavía no hemos visto en el show, Walter llega a su casa, misma que se ve que ya lleva abandonada por mucho tiempo, pues unos jóvenes están usando su alberca para patinar y el interior está todo vandalizado.
¿El motivo del regreso de Walter a su antiguo hogar? Rescatar el pequeño recipiente con ricina que había escondido hace tiempo, aunque todavía no sabemos para qué lo necesita.
Después de ver la casa, es claro que ya todo el mundo sabe que Walter es Heisenberg, pues en una de sus paredes se ve que alguien escribió su nombre y su vecina, en el momento en que él está saliendo de su residencia, está paralizada de terror al ver que ha vuelto.
Tal y como todos lo esperábamos, la serie es retomada (en la línea de tiempo actual) justo después de que Hank descubre en el baño que Walter (W.W.) es el temible traficante y productor de drogas que ha estado persiguiendo tanto tiempo, aunque decide no decir nada por el momento y se va de casa de su cuñado con el pretexto de que se siente mal del estómago.
En este nuevo episodio vemos también cómo toda la familia White está tratando de retomar su vida normal (a pesar de que su cáncer ha vuelto y se está sometiendo de nueva cuenta a quimioterapia) , ya que Walter ha dejado de lado su vida de traficante pero sus acciones pasadas se preparan para, poco a poco, regresar a perturbar su nuevo estilo de vida.
Por ahora, Walter quiere enfocarse a expandir su negocio de auto-lavado para poder tener más formas de lavar el dinero que obtuvo por toda su producción de metanfetaminas, trabajo para el cual va a necesitar la ayuda de su esposa, Skyler.
A pesar de querer mantenerse fuera del negocio de las drogas, la empresaria Lydia (con quien había trabajado para que sus mentanfetaminas se exportaran a Europa) aparece sorpresivamente en su auto-lavado, donde le pide que regrese a la producción de drogas, pues la pureza de su producto ha disminuido drásticamente desde que él se fue.
Negándose a la petición de Lydia y reiterándole a su esposa sobre su decisión de no volver a trabajar en la producción de drogas, Skyler se enfrenta a Lydia y le ordena que nunca vuelva a acercarse a Walter.
Mientras tanto, Jesse se encuentra muy incómodo por los 5 millones de dólares que recientemente le entregó Walter, por lo que primero decide (a través del abogado, Saul) darle la mitad a la familia del niño que Todd asesinó cuando robaron el tren y la otra mitad a la nieta de Mike, quien Jesse teme que está muerto.
Tras ser persuadido por Saul y Walter, Jesse se queda con el dinero y decide salir para dejar fajos de billetes en las casas de personas al azar.
Después de que Hank investigara y descubriera que Walter es Heisenberg, sucedió algo que todos esperábamos que pasara, pero no tan pronto… la confrontación de Hank vs. Walter.
Una vez que Walter descubriera que su libro de Walt Whitman (con dedicatoria de Gale) no está, mágicamente piensa en que Hank tiene algo que ver, por lo que decide revisar su auto, en el cual encuentra un rastreador idéntico al que alguna vez usó para seguir a Gus.
Mientras Hank sigue en shock por su descubrimiento, Walter decide hacerle una visita sorpresa para checar si ya está mejor de su “enfermedad”.
Cuando todos pensábamos que ya no sucedería nada, Walter decide enfrentarse de una buena vez a Hank, enseñándole el rastreador que halló en su coche y preguntándole si tiene algo que ver con eso… desencadenando así uno de los momentos más épicos de la historia del show: Hank diciéndole a Walter que ya descubrió todos su secretos y echándole en cara las atrocidades que ha cometido:
Aunque Walter al final nunca dice exactamente: “Sí, yo soy Heisenberg”, la amenaza que le hace a Hank deja muy claro que los siguiente siete capítulos van a traer un trágico desenlace, así que por ahora no queda más que esperar a los nuevos episodios para ver con qué nos han a sorprender ahora los creadores de Breaking Bad.
Lo único de lo que podemos estar seguros es que, pase lo que pase, el destino de Walter está sellado y no va a existir un final feliz. Aunque sus intenciones originalmente hayan sido buenas (juntar dinero para su familia), su nueva vida repleta de asesinatos y traiciones solamente puede terminar de una manera fatal para los personajes restantes… ¿ustedes qué opinan?
Teaser del siguiente episodio de Breaking Bad, “Buried”:
