Este sábado el presidente Obama dio una conferencia de prensa en el Rose Garden en la que reveló que pedirá permiso al Congreso de los Estados Unidos para atacar Siria en las próximas horas. A pesar del uso de armas químicas por parte del gobierno de Siria, es posible que el Congreso rechace su iniciativa.
El ataque químico orquestado por el gobierno Sirio representa una amenaza para el mundo. En la Conferencia de Ginebra de 1925 se decidió que el uso de estas armas estaba prohibido, por los grandes daños colaterales que podría causar. De ahí que numerosos gobiernos alrededor del mundo, entre ellos el de Estados Unidos, se hayan mostrado preocupados y hayan mencionado la posibilidad de tomar represalias contra el gobierno de Bashar al-Assad.
Las declaraciones del Presidente Obama se dan en medio de un clima de escepticismo respecto a la decisión del Congreso. Puede convertirse en la primera petición del gobierno norteamericano de usar la fuerza militar que sea rechazada por el Congreso. El ataque que propone Obama tampoco está respaldado por Naciones Unidas, ni por el gobierno Británico, que normalmente actúa como aliado de los Estados Unidos.
Después de comentar que ya se encuentran emplazados varios misiles Tomahawk en el Mediterráneo, Obama declaró:
“Estoy preparado para dar la orden. Pero, si bien mi decisión está tomada, en tanto comandante en jefe, de acuerdo a mis propias convicciones en lo relacionado a nuestra seguridad nacional; también soy consciente de que soy el presidente de la democracia más antigua del mundo”
No hay una certeza clara de que el Congreso piense de la misma manera que el presidente. Muchos congresistas se han pronunciado en contra de realizar un ataque directo sobre Siria. La percepción general indica que lo que ocurre en Siria no concierne a los Estados Unidos. Como quiera que sea, aún hay que esperar la decisión del Congreso.
