Cualquiera que haya visto un partido de futbol, sabe que la parte más emocionante de un partido es cuando llega la definición por penales. Unos dicen que es un volado, otros que es cuestión de temple y de técnica. Aún no se ponen de acuerdo pero lo cierto es que siempre que vemos una serie de penales sudamos al máximo y la presión se nos va a las nubes.
Cuando llegan las instancias como cuartos, semis y finales, lo últimos que queremos es que nuestro equipo esté en la tanda de penales, a menos que haya venido de atrás y empatado el partido para forzarla.
Pero saben, antes no era así. La vida y el futbol eran más sencillo allá por la décadas de los cincuentas e inicios de los sesenta; sin embargo, todo cambió cuando llegó la edición de 1962 del Trofeo amistoso Ramón Carranza, que se juega en Cádiz, España.
Ahí, todo cambió.
Pero volvamos un poco en el tiempo
Como saben, el futbol fue inventado por los ingleses, aunque muchos dicen que en China fue el origen de este maravilloso deporte.
Pues cuando los ingleses estaban elaborando todas las reglas, un portero y a la vez empresario tuvo la idea de implementar una regla que le diera la posibilidad a un equipo de anotar, de la manera “más sencilla”.
William McCrum, en 1890, tuvo la idea de poner sobre la mesa el tiro de penal. De hecho, esta sería la máxima pena no solo para el futbol, sino para varios deportes con pelota.
William McCrum, quien propuso que en el futbol existiera el penalty
Su propuesta fue aceptaba y de ahora en adelante, quien cometiera una falta en el área sería castigado con un tiro penal en su contra. Así que el debut de esta fea pero justa señalización fue en la temporada 1891-1892 y el primer intento fue gol.
John Health, del Wolverhampton, pasó a la historia como el primer anotador de un penal.
Desde entonces, en todo el mundo, en todos los niveles, cualquier equipo tiene la posibilidad anotar vía penal, lo cual, sigue siendo justo, o no, pues aún hay cada tramposo que se avienta unos clavadazos que no bueno…
La suerte era quien decidía
El futbol antes era más sencillo. No había tanta marca, tanta presión ni mucho menos, la cobertura mediática de hoy en día.
También los partidos se resolvían de formas más simples. Cuando algún juego quedaba empatado, lo que se hacía era repetir el encuentro, por sorteo, o simplemente lanzar una moneda al aire para decidir al ganador.
Sin embargo, para el año de 1962, iba a surgir una idea que revolucionaria la forma en que se definen los juegos. Durante aquel año, se llevó a cabo el tradicional Trofeo Ramón Carranza, que se organiza en la ciudad de Cádiz, España.
Foto vía: Memoria de Cádiz
Aquella edición, tuvo como finalistas al Zaragoza y al Barcelona. Ese encuentro terminó con empate a cero y estaban entre repetirlo, o aplicar el clásico “volado”. No obstante, un directivo del club Cádiz, decidió resolver el empate de otra forma.
Rafael Ballester Sierra (recuerden ese nombre por siempre) propuso que el Zaragoza – Barcelona se resolviera mediante cinco tiros desde el punto de penal. Cada equipo cobraría cinco seguidos.
Tras marcar el Zaragoza tres de sus cinco lanzamientos, el Barcelona comenzó marcando sus tres primeros pero errando los dos últimos para continuar con la emoción del encuentro. Ahora fue el Barcelona el que comenzó con sus cinco lanzamientos consiguiendo cinco goles y llevándose el 8º Trofeo Ramón Carranza tras el error en el primer lanzamiento del equipo maño.
El padre de la tanda de los penales y nunca patentó su idea
A partir de ese momento y quizá de manera inocente, Rafael Ballester Sierra había creado la forma más dramática, cardíaca, emocionante y triste para decidir un juego de futbol: la tanda de los penales.
Al ver que esto acortaba el tiempo de los juegos, la FIFA y la UEFA no lo vieron nada mal y comenzaron a adoptar esta medida para sus torneos. Se dice que la propuesta de reglamentación oficial de la tanda de penales la hizo el exárbitro alemán Karl Wald.
Ya para 1970, la UEFA y la FIFA dieron el sí a este recurso que posiblemente le daría ese toque de emoción que le había faltado hasta el momento al balompié.
La primera tanda de penales oficial que se tiene registrada se dio en Inglaterra -para variar- fue cuando se disputó la semifinal de la Copa Watney (Watney Mann Invitational Cup) entre el Hull City y el Manchester United. El primero en anotar fue el mítico George Best y su contraparte fue Denis Law, también de los Red Devils.
George Best, legendario del Manchester United
Aquella semi se la llevó el Manchester United, a pesar de que el arquero del Hull, Ian McKechnie se convirtió en el primer en atajar un penal de esta naturaleza y de paso, también fue el primer arquero que fallaba uno. Qué cosas, caray…
Las cosas con la tanda de penales seguirían de la misma forma hasta 1976, cuando se empezó a alternar a los tirados de ambos equipos.
El mejor penal de la historia
Todo el planeta ya hablaba de la definición por penales pero todavía no llegaba a verse en una competición oficial; sin embargo, en 1976 llegó la Eurcopa de Yugoslavia y la forma de ejecutar los penales daría un giro de 360°.
Aquel torneo se decidió de la forma ideal. A la final llegaron Checoslovaquia y Alemania Federal, dos potencia de ese tiempo. El encuentro estuvo lleno de emociones y los noventa minutos terminaron con un empate a dos goles.
Había llegado la hora para la nueva herramienta de la FIFA y de la UEFA.
Checoslovaquia había metido los cuatro, mientras que Alemania ya había fallado dos y necesitaba que su rival errará el último para seguir con vida. Uli Hoeness falló y a continuación era el turno de Antonín Panenka.
Panenka: una marca registrada
Frente al checo estaba el legendario y eterno Sepp Maier. El checo colocó la pelota en el manchón, se encarreró de tal forma que se salió del área y mientras todos en el estadio de Belgrado esperaban que tirara con fuerza, Panenka toco la bola con suavidad para que esta entrara en cámara lenta y así darle el título europeo a su país.
El penalti de Panenka pasó a la historia por la calidad, el temple, la innovación y el coraje para hacerlo: en una final de Eurocopa y frente a la todapoderosa Alemania. Desde ese momento, muchos han cobrado los tiros como el checo y muchos los han acertado pero también están los que han fallado de manera increíble.
En la Copa del Mundo
Para España 1982, se dio la primera definición por penales dentro de los mundiales. Alemania Federal y Francia se fueron a los once pasos para sacar a un ganador de ese cotejo.
En el estadio del Sevilla, el Ramón Sánchez Pizjuán, se realizó la semifinal de aquella Copa del Mundo y como dice el adagio: “el futbol es un juego de once contra once y siempre ganan los alemanes”.
Luego de ir perdiendo 3-1, los teutones vinieron de atrás, empataron, forzaron los penaltis y ¡tómala! echaron a los galos.
A pesar de tener casi 40 años utilizando este método de definición, solo han habido cuatro finales de Copa del Mundo que han requerido ese terrible, angustiante y adrenalínico final.
- Estados Unidos 1994: Brasil venció 3-2 a Italia, luego del error de Robert Baggio.
- Estados Unidos 1999 (femenil): EE.UU. derrotó a China 5-4.
- Alemania 2006: Italia pudo con Zidane y compañía en Berlín, batiéndolos 5-3.
- Alemania 2011 (femenil): luego de no poder en los tiempos extras, Japón pudo vencer a las gringas 3-1 en los penales.
La maldición de los penales
Si tenemos que mencionar a alguna selección que no está agradecida de que se haya inventado este método de desempate, el Tri es el mejor ejemplo de como NO tirar un penal.
La Selección Mexicana es quizá la que peor suerte ¿o peores tiradores? ha tenido a lo largo de su historia. Todo comenzó en el Mundial de 1986, esa era la gran oportunidad de trascender y se hizo.
México llegó a los cuartos de final y ahí le tocaba disputar el pase a las semifinales contra la siempre favorita Alemania. El juego se realizó en Monterrey, y el empate a cero fue el máximo protagonista. Por lo que, era necesario ir a los penales.
Ya en la tanda de penaltis anotaron Klaus Allofs, Andreas Brehme, Lothar Matthaeus y Pierre Littbarski, por los alemanes, en tanto que por México solo lo consiguió Manuel Negrete, pues Fernando Quirarte y Raúl Servín fallaron.
De ahí pasamos a lo que hicieron García Aspe, Marcelino Bernal y Jorge Rodríguez frente a Bulgaria en Estados Unidos 1994. ¡Ni siquiera porque Campos detuvo uno!
También pasó algo así en la Copa América de 1995, cuando los gringos echaron al Tri en la tanda de penales. En las selecciones juveniles también ha pasado y hasta a nivel de clubes ¿recuerdan lo que le pasó a Santos frente a River? o ¿qué tal Cruz Azul en la final de la Libertadores contra Boca?
Pero bueno, no todo es desgracia. También han habido buenas victorias en los penales aunque los exquisitos de este juego nunca dirán que se ganó bien si se requirió llegar a esa instancia.
Pues ahí lo tienen sopicuates. Así fue como se ideó el nacimiento de la tanda de penales para definir los partidos empatados.
Y ustedes ¿cuáles son los penales que más recuerdan?