Se denomina extrema derecha o ultraderecha a la postura política que, ya sea bajo la forma de un partido o no, lucha por intereses asociados a cualquier intento de purificación de algún aspecto nacional o local en aras de la exaltación de una cierta identidad ideal y de su distinción de cualquier otro grupo considerado peligroso.
La búsqueda de esta identidad nacional purificada está constantemente motivada por una situación de crisis de cualquier índole, comúnmente económica o de seguridad. La ultra derecha se caracteriza por afirmar que estas condiciones precarias son causadas por la inclusión de algún elemento externo en el medio nacional, por ejemplo, inmigrantes o costumbres extranjeras. Políticas de esta naturaleza fueron el fascismo y el nazismo.
La crisis europea actual, cuyas más acabadas expresiones son los declives económicos griego y español, sumados a la recesión estadounidense causada por el colapso del sistema crediticio, han generado un efecto dominó que golpea al resto de las economías a nivel global, particularmente las de tercer mundo. Los habitantes de los países poco desarrollados, una vez empeorada la limitación de sus condiciones de vida, migran con mucha más frecuencia hacia los países más desarrollados. Este fenómeno circular va en aumento conforme se agudiza la crisis en aquellas potencias. Prueba de ello son los buques cada vez más cargados de inmigrantes africanos que buscan ingresar a Europa por Italia, país donde la ultraderecha es nada menos que la tercera fuerza política.
Los países europeos golpeados por la crisis pero sin entrar a las lamentables condiciones de España y Grecia son la meta de los migrantes. La ultraderecha, sin embargo, percibe y hace percibir la situación de forma inversa. Según afirman, son los inmigrantes los causantes de la crisis económica que azota Europa y la única solución posible es una legislación que tienda hacia su expulsión y rechazo así como una fortificación de los valores nacionales con la esperanza de regresar en unidad a los tiempos de bienestar.
Musulmanes y negros han sido los primeros en verse afectados por el racismo y la xenofobia de extrema derecha en países tanto nórdicos como mediterráneos. Sin embargo, la inmigración latinoamericana y de europeos orientales ha comenzado a verse también con malos ojos en ciertas regiones del viejo continente. A su vez, los partidos políticos con inclinaciones cada vez más abiertamente ultraderechistas han comenzado a conseguir más escaños en los parlamentos europeos.
Algunos de los casos más urgentes de ultraderecha en Europa son:
- Finlandia: Los Verdaderos Finlandeses son la tercera fuerza en el país. Cuentan con 39 diputados de 200, un eurodiputado (es decir un representante ante el parlamento de la Unión Europea) y obtuvieron 19.1% de los votos en 2011
- Suecia: Los Demócratas Suecos, la extrema derecha, alcanzó en 2010 el 5,7% de los votos, traducidos en 20 asientos en el parlamento del país. Según las últimas encuestas, para 2013 su popularidad se ha duplicado. Hasta los noventas era un partido abiertamente neonazi, pero en el siglo XXI decidieron renovar y suavizar su imagen. En todo caso, sus spots televisivos siguen incitando a la intolerancia contra los musulmanes.
- Dinamarca: El Partido Popular Danés tine actualmente 22 diputados de 179 en su congreso. En 2007 alcanzó su máxima popularidad, con 25. Tiene un eurodiputado.
- Holanda: El Partido para la Libertad tiene actualmente 15 representantes de 150 en su parlamento. En 2010, empero, alcanzó a tener 24. Tiene 4 eurodiputados.
- Italia: este país cuenta con múltiples partidos de extrema derecha. Entre ellos destaca La Liga Norte, con 60 diputados y 25 senadores en su congreso.
- Austria: Es uno de los paises con más ultraderecha apoderada. El Partido para la Libertad Austriaco tiene 34 puestos en el parlamento de 183, mientras que el BZÖ, escición de aquél, tiene 13.
- Hungría: Con 44 representantes de 386 en el parlamento, Jobbik es el partido de ultraderecha que en Hungría cobra cada vez más poder. Se caracteriza por actitudes nacionalistas fuertemente racistas, preferentemente antisemitas y antigitanas.
- En Francia, el Frente Nacional de Jean-Marie Le Pen es la tercera fuerza política. En 2012 obtuvo el 17.9% de los votos. No es el único grupo de ultraderecha en el país. Grandes bandas de jóvenes crecen hasta ejercer cierto poder, y muchas veces terminan organizándose políticamente. Las Juventudes Nacionalistas Revolucionarias y la Obra Francesa, por ejemplo, fueron dos grupos de esta clase disueltos por mandato gubernamental luego del asesinato de dos estudiantes anarquistas.
- Grecia: LAOS, coalición de derechas con múltiples elementos de extremistas, tiene actualmente 2 eurodiputados, aunque ninguno en el congreso del país. Por otro lado, Amanecer Dorado, partido abiertamente neofacista obtuvo en 2012 el 7% de los votos y 18 asientos en el parlamento. Su popularidad va en aumento y actualmente se coloca como tercera fuerza política, según encuestas.
El caso griego es especialmente alarmante por tratarse de un foco importante de la crisis europea. Su líder Nikos Mijaloliakos, ha sido llamado por la prensa el Führer griego y ha logrado abrirse un paso impresionante. El grupo nació en 1980 y en 1993 se convirtió en partido político. Todavía en 2009 obtuvo un éxito menor al 1% en las elecciones de parlamento.
Sin embargo, después de conocer las duras consecuencias de la crisis en el país más devastado de la Unión Europea y tras un rescate economómico, los griegos quisieron castigar a los partidos en el poder y dieron a Amanecer Dorado una inesperada fuerza equivalente al 6.97% de los votos.
Hoy es la tercera fuerza del país y sus políticas, acompañadas de un poderoso aparato publicitario, le han valido una popularidad cercana al 15% en encuestas actuales.
Amanecer Dorado tiene una dura postura contra los migrantes. Ha sido acusado de estar detrás de más de 400 agresiones con heridos y 4 muertes contra ellos en tan sólo dos años. Han realizado campañas de reparto de alimentos para los afectados por la crisis exclusivas para “griegos puros.”
Recientemente, miembros de Amanecer Dorado asesinaron al rapero izquierdista Pavlos Fyssas. Sólo entonces reaccionó el primer ministro, Antonis Samarás, afirmando que no serían toleradas las tentativas de la ultraderecha contra la democracia. Prohibir un partido político es, sin embargo, anticonstitucional y podría tan sólo aumentar la popularidad de estos neofacistas.
Vía: El País, Scrible Maps