El inmueble en cuestión es una mansión abandonada, que cuenta con un diseño similar al Partenón —de ahí su nombre— y fungía como símbolo del poder de Arturo “El Negro” Durazo, quien fue jefe del Departamento de Policía y Tránsito del entonces Distrito Federal durante el sexenio del priista José López Portillo. El día de ayer, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) le puso punto final al litigio por el cual los familiares del Negro reclamaban esta propiedad, ubicada en Zihuatanejo, Guerrero.
Vale mencionar que esta “casa de descanso” fue incautada en 1984 y desde ese momento comenzó la pelea de la familia Durazo con las autoridades federales y estatales para recuperar esta mansión. ¿Qué pasó el día de ayer? La segunda sala de la SCJN rechazó la demanda de amparo que fue interpuesta por Francisco Arturo Durazo Garza —hijo del exjefe del Departamento de Policía y Tránsito. Por lo tanto, la familia del Negro perdió la última oportunidad para recuperar esta propiedad de manera legal.
El Partenón de Durazo
Aunque se trata de un viejo litigio, la noticia causó ruido en los medios de comunicación pues su protagonista ha sido uno de los personajes más polémicos de la vida política mexicana —en la década de los 70 y 80 del sigo pasado. Así que sólo para contextualizar, van un par de datos sobre la trama del Partenón del Negro Durazo, las autoridades estatales y los familiares del expolicía.
En 1984 —dos años después del sexenio de José López Portillo— esta propiedad fue incautada por las autoridades, ante el desacuerdo de la familia Durazo. A finales de los 80, el gobierno de Guerrero expropió el inmueble y ahí arrancó la pelea legal de los familiares. 18 años después, el Tribunal de Justicia Administrativa falló a favor del estado de Guerrero. Sin embargo, la familia de Arturo Durazo continuó con los recursos legales para extender el litigio y, finalmente, el día de ayer la SCJN rechazó cualquier principio de recuperación.
El Partenón de Durazo fue incautado en contexto de su detención y extradición. ¿Por qué? El Negro fue acusado de abuso de autoridad, contrabando y acopio de armas —bajo el cobijo de la administración de Portillo.
Una vez que el también priista Miguel de la Madrid llegó al gobierno junto con su plan de “renovación moral”, comenzó el proceso para que el gobierno de Guerrero se apropiara del inmueble y anular la “sucesión testamentaria” del Partenón.
¿Y qué sucedió con Durazo? Como tal vez algunos recordarán, el exfuncionario se reventó ocho años en prisión, hasta que el gobierno de Carlos Salinas de Gortari dio el visto bueno para su liberación.
El 5 de agosto del 2000, el Negro falleció debido a un paro cardiaco y la familia se quedó con las manos vacías, al menos en cuestión de la propiedad del Partenón. Como mencionamos, esta propiedad causó revuelo en la década de los 70 y 80 debido a los lujos y su construcción estrafalaria. Tan sólo basta saber que esta propiedad contaba con una discoteca similar a la de Studio 54, se construyó una serie de esculturas grecorromanas para adornar el espacio y se planeó su construcción frente al mar —lo que reflejaba el poder y la capacidad de recursos del exagente de la Dirección Federal de Seguridad. Así las cosas con una de las herencias del priismo setentero.
La familia de “El Negro” Durazo pierde la propiedad conocida como El Partenón https://t.co/SZ983qyiuT pic.twitter.com/tET4Yguhy7
— Proceso (@revistaproceso) August 29, 2019