Todo iba bien: la plaza de San Pedro estaba llena, el público en fervor y la ceremonia llegaba a su punto máximo. Nada podía salir mal, ¿cierto? Pero nadie le había avisado a los pájaros cómo comportarse.
En cierto momento, unos niños junto al Papa Francisco soltaron una palomas en señal de paz, pero no salió como se esperaba. Resulta que la ceremonia quedó arruinada porque un cuervo y una gaviota maleducados decidieron atacar a las pobres palomas. Aquí te dejamos una sorprendente galería que retrata el desafortunado incidente.