Así es, este partido que había sido acusado de tener entre sus filas a ministros religiosos, ahora tiene otro escándalo, esta vez tiene que ver con el cochino dinero.
Según El Universal, el líder del partido, Hugo Eric Flores Cervantes recibió un correo del gerente del hotel Casa Velas en el que decía:
«Amablemente le recuerdo que debe liquidar los consumos efectuados por un importe de 7 mil 119.59 pesos por servicios de dos masajes con aromaterapia, un collar, un brazalete, inspiración perla y un facial para hombre».
¡Vaya, vaya! Parece que alguien quería mantenerse bello, ¿no?
Pues bueno, era el 1 de junio del 2007 y el señor estaba a 10 días de ser separado de su cargo como oficial mayor de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, por presuntas…ehm.. irregularidades.
De acuerdo con el expediente 35/2007 de la Secretaría de la Función Pública, después de una auditoría, se detectó un posible daño patrimonial por el presunto desvío de recursos que motivó una inhabilitación de 12 años contra él y contra Alberto Mireles Rosas, su chofer.
En esa misma fecha se abrió otro expediente por presunto daño patrimonial, por haber cobrado facturas de consumo por más de 47 mil pesos en solo dos meses (parece que a alguien le gusta el dinero… y qué mejor manera de obtenerlo que fundando un partido político, ¿no?). Además, el Órgano Interno de Control lo acusó de aumentar el presupuesto en este rubro para su oficina.
El PES actualmente está recibiendo alrededor de 800 mil pesos mensuales, más apoyos para operación como secretarías, oficinas y telefonía.
El Universal solicitó una entrevista con este señor…pero no se la dieron.
Las acusaciones, a pesar de estar documentadas, se realizaron sin respetar procedimientos y tiempos legales: ausencia de notificaciones con copias de los escritos y aplicación de sanciones sin considerar los plazos legales para solventar los señalamientos… argumentos que el señor del PES utilizó a su favor y salir bien librado.
El ex funcionario afirmó:
«Nadie me requirió la devolución».
Pero bueno, se hizo recurso de todos los argumentos disponibles, hasta acusó a los empleados del hotel de haber hecho mal su labor a la hora de cobrar y anotar los gastos y los modos.
Después, 15 días luego de haber sido asignado oficial mayor de la Semarnat, Flores Cervantes registró gastos en alimentos de hasta 3 mil pesos, que anotó bajo el rubro «actividades extraordinarias» (estamos de acuerdo con lo de «extraordinario»).
En años de Calderón, se redujo la partida de «Gastos para la alimentación de servidores públicos de mando de 100 mil pesos a 6 mil 138 pesos». Naturalmente, este señor se lo gastó en poco tiempo, así que modificó la partida 2206 de su presupuesto autorizado de 30 mil pesos a más de 115 mil pesos para solventar los gastos de alimentación.
La OIC dijo:
«Abusó de su empleo, violentó la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos (…) además omitió rendir cuentas sobre el ejercicio de las funciones que le fueron conferidas con el objeto de justificar las autorizaciones del gasto por concepto de alimentación».
En su defensa, Flores Cervantes dijo que (al igual con la otras acusaciones) la primera notificación no iba acompañada de copias, invocó a la Constitución y una vez más, argumentó que tenía hasta octubre de ese año para solventar las supuestas irregularidades.
Afirmó:
«Las supuestas conductas que se me atribuyen fuera de toda lógica jurídica e inexistentes».
En ambos casos, parece que los funcionarios que revisaron las irregularidades y lo acusaron se saltaron formalidades en los procesos lo cual (como si fuera un caso del ex procurador Genaro García Luna) invalidó ambos casos.