¿Qué sería de la vida sin las grandes maravillas que nos brinda la naturaleza? Y no, no hablamos de ríos, atardeceres o bosques de ensueño, sino del kabuz de la anatomía de Kim Kardashian.
Ahora, la Kardashian se fue a visitar las playas tailandesas, en donde aprovechó para tomarse unas fotos usando un bikini diminuto, y con el cuál nos hizo odiar al Lucky Bastard de Kanye West, quien al parecer con tanta telera no pasa hambre.
A sus 33 años, doña Kim es dueña de un cuerpecito de tentación que mantiene a pesar de que el año pasado se convirtió en mamacita. Y si no nos creen, vean estás fotos en las que Kim luce imponente:
Ay Dios…
Para ver ese corazón invertido hasta me puse de cabeza…
Como no estuve ahí para sacudirle la arena…
Muchos siguen dudando si el trasero de Kim es o no natural, incluso se rumora que planea operarse pues siente que esa zona está desproporcionada con respecto al resto de su cuerpo. Ojalá y no, así está perfecta.