Pensando en mejorar los aditamentos de seguridad un par de jóvenes suecos diseñaron un dispositivo para que los ciclistas no corran peligro ante un accidente.
Anna Haupt y Terese Alstin crearon una bolsa de aire que se almacena en el cuello y posee un mecanismo que en caso de que la persona caiga de la bicicleta, la protección se infla en una fracción de segundo para cubrir la cabeza y cuello del usuario antes de que se impacte con el suelo. Además no hay problema de que el casco inflable se rompa pues está fabricado con nylon resistente al asfalto.
Los empresarios aseguran que proporciona mayor protección incluso que un casco estándar y además introdujeron un diseño atractivo para que la gente se anime a protegerse voluntariamente y no sólo porque la ley la obliga.
Como todos los inventos, éste debe perfeccionarse, por lo que posee una memoria que registra los datos durante el incidente, de esa forma será posible continuar desarrollando el producto.
Para los que a diario se enfrentan con su bici a las arterias de concreto de esta urbe les recomendamos emplear un buen equipo de seguridad…
mientras esta tecnología llega a estar en nuestro país…