Un estudio reciente ha revelado que el núcleo de la Tierra podría ser más caliente de lo que pensábamos, mucho más caliente.
De acuerdo con un artículo publicado en la revista Science, un grupo de científicos franceses de la Instalación Europea de Radiación Sincrotrón (ESRF), desarrollaron una nueva técnica para medir la temperatura del “corazón” de nuestro planeta.
Para conseguirlo, los investigadores utilizaron un haz de rayos X para sondear muestras de hierro, las cuales son sometidas a grandes presiones y altas temperaturas, logrando así sondear la transición del hierro desde su estado líquido al sólido.
Y es que según los análisis que se han hecho de la Tierra, el centro núcleo está formado de hierro sólido, debido a las temperaturas extremas y enormes presiones que se allí se experimentan, mientras que el hierro que rodea al centro, se encuentra a temperaturas más bajas y se mantiene en estado líquido.
Es así como los investigadores han conseguido determinar que la temperatura del núcleo se encuentra en unos 6,000 grados centígrados, es decir, unos 1,000 grados centígrados más caliente de lo que se había registrado en 1993 por unos científicos alemanes. Lo anterior no significa que el calor haya aumentado, sino que el método de medición que usaron los franceses es más precisa que la técnica óptica utilizada hace 20 años.
Según el equipo francés, los nuevos datos servirán para realizar estudios más precisos acerca de los movimientos en las capas tectónicas y en el campo magnético de la Tierra.
Estas mediciones confirman modelos geofísicos, según los cuales la diferencia de temperatura entre el núcleo sólido y la capa que lo rodea debe tener al menos mil 500 grados para explicar porqué la Tierra tiene un campo magnético.