Todos recordamos a Ardi Rizal, ese niño extraño cuyo padre enfermo le enseñó a fumar y lo hizo adicto al cigarrillo. Este bebe indonesio fumaba dos cajetillas diarias con ese estilo Marlon-Brandon-Ninja-Loco que le identificaba en el 2010. La indignación del público logró que el gobierno indonesio hiciese algo bastante sensato y lo sometiera a un tratamiento para curar su intoxicación.
En aquella época, Ardi ya se caracterizaba por ser un niño nada delgado, pero ahora su obesidad es más peligrosa que nunca: dejó el cigarrillo sólo para volverse un junkie de la comida chatarra, sobre todo leche condensada, de la que es capaz de engullir tres latas al día. Su madre afirma que el niño es capaz de golpearse la cabeza contra la pared y hacerse un severo daño si no obtiene lo que quiere.
“Con tanta gente en casa, es difícil no dejarle comida a la mano” dijo la madre de 28 años.
Definitivamente la familia de este niño, ahora de 5 años y con 25 kilos de sobrepeso, tiene un serio problema a la hora de dar educación.
Si tú eres un nostálgico, acá te dejamos aquel video de 2010 en el que vemos al chico fumarse algunos de esos 40 cigarros diarios:
Vía: New York Post