Los que han visitado el Munal (Museo Nacional de Arte), saben que sus pasillos albergan miles de piezas de lo mejor del arte mexicano. Uno se puede perder horas por las salas de arte novohispano o las del arte del siglo XX, sin embargo, pocos saben que las bodegas del Munal resguardan muchísimas piezas que, por cuestiones de espacio, pocas veces son exhibidas.
La colección del Munal es la más grande de arte mexicano con más de 4 mil piezas, el tercer piso del recinto resguarda aquellas que no pueden ser mostradas al público, pero este año, el Munal hizo varios esfuerzos para desempolvar su acervo y acercarlo a los muchos espectadores que no habían tenido la oportunidad de ver estas piezas.
Ya desde que se anunció la inauguración de Territorio Ideal, una enorme retrospectiva del más grande de nuestros paisajistas, José María Velasco, sabíamos que el programa de revisión de las colecciones del Munal iba a dejarnos ver piezas magníficas (aquellas que no entraron en el proyecto curatorial del 2000); esta vez, es el turno de exhibir 180 obras, de las cuales, 140 pertenecen al acervo del Munal y 40 han sido prestadas de por otros museos o coleccionistas privados.
Algunas de las piezas seleccionadas no habían sido vistas hace más de 15 años.
La exposición lleva por título ¡Puro Mexicano! y aborda tres momentos clave en el desarrollo del arte mexicano: la Nueva España, de los siglos XVI a XVIII; el siglo XIX, y el siglo XX.
El primer módulo de la exposición aborda las creaciones de aquellos que llegaron de la Nueva España a fundar una escuela artística. Están ahí las pinturas creadas por los alumnos de los recién llegados y que salieron de los primeros talleres de pintura: están también los cuadros de Andrés de Concha, Juan Correa, Cristóbal de Villalpando y Baltasar de Echave Orio; están las creaciones de las cabezas de las distintas academias a lo largo del siglo XVIII: los hermanos Juan y Nicolás Rodríguez Juárez; José de Ibarra y Miguel Cabrera.
En segundo lugar está el módulo que aborda la pintura del siglo XIX, uno de los siglos más prolíficos para el arte mexicano. La Academia de San Carlos fue el lugar en el que se educaron los más grandes artistas de nuestro país; se gestó ahí el paso del arte neoclásico al romántico. Las obras expuestas aquí pertenecen a aquellos que fueron maestros o recibieron formación en esta academia: Juan Cordero, Santiago Rebull, Germán Gedovius, José María Labastida, Antonio Fabres y Felipe Santiago Gutiérrez.
Está finalmente la selección de obras del siglo XX, momento de vanguardias mexicanas y de propuestas que hicieron ruido en todo el planeta. Uno de los mejores, el Dr. Atl es protagonista en la selección (podremos ver sus magníficos volcanes). Están también las piezas de los muralistas David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco y Diego Rivera, mientras que, al mismo tiempo, podremos ver la obra fotográfica de Manuel y Lola Álvarez Bravo, Tina Modotti y Edward Weston.
No solo son pinturas las que se exhiben en esta exposición, podremos ver también esculturas, fotografías, dibujos, piezas en platería y arte plumario pertenecientes a estos periodos.
Los curadores del proyecto son Paulina Bravo, Ariadna Patiño, Víctor Rodríguez y Abraham Villavicencio. Paulina Bravo aclaró “La intención de la exposición no era contar la historia del arte, ni la de México, sino destacar que en estos tres momentos de producción existió una gran riqueza estética y artística, y que hubo grandes creadores que fueron conformado esos lenguajes que entendemos como arte mexicano”.
Lo afortunado de esta revisión es que se enviaron también a restauración cerca de 57 obras en el Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble (Cencropam).
No pueden perder la oportunidad de conocer estas magníficas obras ahora que han salido de la oscuridad de la bodega.
Pueden visitar la exposición en el Museo Nacional.
HORARIOS
Martes a domingo de 10:00 a 17:30 horas.
Tacuba 8, Centro Histórico.
Ciudad de México, C.P. 06010