A veces creemos que los únicos animales capaces de pensar y de hacer caso a nuestros sentimientos somos nosotros, pero cuando un elefante se encuentra en peligro, parece que el amor y la sapiencia para saber cómo actuar en medio de un problema, también forma para de su ser.
Los elefantes recorren cientos de kilómetros en búsqueda de un lugar en donde puedan refrescarse, en el camino pueden encontrarse con un sin fin de adversidades, como por ejemplo el cruce de un río que tiene tal fuerza que a una cría le causaría muchos problemas atravesar.
Esto fue lo que pasó en una manada que intentaba seguir su camino, pero se dieron cuenta que un joven fue arrastrado por la corriente y sumergido en el agua, por lo que de inmediato la madre corrió a auxiliarlo, se colocó enfrente de él y parecía que le indicaba el camino a seguir, hasta que después de unos minutos de lucha el elefante bebé pudo salir.
Una muestra más de que no solo nosotros podemos pensar inteligentemente. Los animales también se sacrifican y ponen todo de su parte para resolver sus problemas. Más claro ni el agua.