Un nuevo personaje ha irrumpido en la escena política estadounidense, causando sensación en las redes sociales. Su nombre es Hank, y contiende por la candidatura por el estado de Virginia al Senado de EE.UU. Quiere ser senador… pero es solo un gato.
Ustedes dirán, “eso que tiene de maravilloso, en México abundan los políticos ‘gatos’ “. Pero resulta que Hank sí es un gato en sentido literal. Un felino, un minino, un animalito de cuatro patas, pa’ que no haya confusión.
¡Estos gringos son ‘bien ocurrentes’!
La historia de Hank es un ejemplo de superación. Según The Washington Post, este gato nació y vivió varios años en las calles. Junto con sus hermanos fue alimentado y cuidado por su valiente madre. Ahora compite por el Senado en el estado de Virginia en contra del demócrata Tim Kaine y al republicano George Allen.
¡Ni Juanito trepó tan rápido en la política!
“Por haber vivido en las calles y su condición de desposeído, Hank aprendió el valor del trabajo intenso”, se menciona en la página oficial de su candidatura, en donde además se agrega que este gato “desde el primer día de su existencia ha sido un luchador”.
Aquí unas imágenes de Hank:
Uno pensará que este animalito peludo contaría con la aceptación inmediata de la población gringa, pero no, incluso el pobre Hank también ha tenido que soportar los embates de varias campañas sucias en varios sitios de Internet y Youtube. Aquí un ejemplo:
Matthew O’Leary, director de la campaña de Hank admitió que este también tiene defectos: es perezoso, a pesar de sus garras “no infunde temor” y tiene una marcada debilidad por el queso.
Con esos colaboradores, para qué quiere enemigos. Si yo fuera Hank correría a O’Leary por bocón.
En fin. A pesar de que todo esto se nos haga una reverenda tontería, nos resulta complicado enojarnos con este gato, quien seguramente haría un mejor papel que varios aspirantes a puestos políticos de nuestro país.