Todo el mundo quiere entender y establecer lazos con “los chavos”: las marcas, los gobiernos y los medios de comunicación.
El demográfico joven es cada vez más difícil de definir y encasillar en un sólo estereotipo y los señores de traje no pueden porque están escandalizados con lo que llaman “la crisis de la juventud”.
Desde que existen los adolescentes (que es un fenómeno cultural relativamente nuevo, ya que antes del siglo XX la banda ya estaba casada, con hijos y siendo adulto desde los 18) se les ha etiquetado de rebeldes e insurrectos.
Sin embargo, el estándar de hoy es que no hay estándar: la juventud está dispersa entre la frustración de “no hallarse” en un trabajo estable y la inquietud de emprender cosas propias como una forma productiva de rebelarse contra el establishment: es la generación de los millonarios precoces y las celebridades del internet.
Pero, en general, ¿qué quiere “la chaviza”? El diario británico The Guardian está dispuesto a descubrirlo a través de un maratón en Twitter en el que durante 24 horas y en 24 países, embajadores del proyecto estarán soltando preguntas con el hashtag #youthengage para investigarlo.
La idea es descifrar lo qué hay que hacer para que la generación del milenio, a la que tanto han criticado de apática y berrinchuda, se involucre en la política, la economía y los asuntos sociales de su país.
A México le toca la penúltima hora del tweetathon de 4 a 5 de la tarde del 24 de octubre (10 a 11 de la noche en hora de Londres) y los embajadores de nuestro país son @ashoka_mx y @manchita.
