Hay imágenes que definitivamente no quisiéramos ver, pues además de indignantes nos muestran algunas de las peores condiciones de los seres humanos. Este es el caso de la tortura que sufrió una osezna negra, en el municipio de Zaragoza, en Coahuila.
Ayer en la noche comenzaron a circular fotos en las redes sociales que mostraban cómo una osezna negra de entre dos y tres años, era atada y estirada tanto por elementos de Protección Civil del municipio, como por otras personas no uniformadas, quienes con tono de burla posan junto al animal. Hasta niños había. Como era de esperarse, las imágenes causaron indignación.
Estas son algunas de las lastimosas fotografías en las que puede verse que la osezna sangra del hocico:
En cuanto se enteró del escándalo, Roberto García, titular de Protección Civil del Municipio intentó frenar la polémica diciendo que la osezna fue capturada en un área urbana, y que no existe ningún protocolo que indique cómo actuar o tratar a los animales silvestres que irrumpan en zonas habitadas.
¡No pues qué padre! Entonces ya que en el reglamento no se estipula cómo actuar, ¡vamos a maltratar y a tomarnos fotos junto a la osa, pa’ que vean lo valientes que somos!
Lo peor es que según Eglantina Canales, secretaria de Medio Ambiente de Coahuila, apenas la semana pasada el personal de Protección Civil tuvo un curso de capacitación sobre manejo, captura y reubicación de animales silvestres.
“Al enterarme, me molestó mucho. Me satisface ver que hay mucha gente indignada, vamos a llegar a las últimas consecuencias”, comentó. Respecto a la falta de preparación sobre cómo actuar en estas circunstancias, y a la que se le atribuye el maltrato, Canales fue enérgica al afirmar “ese no es pretexto para hacer un acto de crueldad como este”.
Sin embargo, en Protección Civil se dicen inocentes. Roberto García aclaró que el animal capturado se encuentra en perfectas condiciones y que hoy será liberado en su hábitat natural. Señaló que los responsables deben ser castigados y que las personas que participaron en la tortura son particulares que no pertenecen a la dependencia.
“Cuando llegamos, los lugareños ya tenían sometido al animal (…) Tal vez fueron muy sensacionalistas pero está viva. Yo no me encontraba en esa fotografía”, aclaró.
La osezna pesa unos 70 kilos y mide 1.10 mts. Debido a la sequía que este año se ha presentado en la serranía de Zaragoza, algunos animales bajan en busca de comida hasta la mancha urbana, ubicada a 20 km. Si esta situación ocurre constantemente en la zona, ¿no deberían de estar ya perfectamente preparados para actuar en situaciones de esta naturaleza?
Por cierto, y para que nos dé más coraje, el oso negro es considerado símbolo de la conservación de los recursos naturales en Coahuila.
Este caso se suma al del asesinato de un Puma en Chihuahua. Definitivamente, algo no se está haciendo bien en materia de adiestramieno sobre el manejo de animales silvestres y salvajes. ¿Qué sigue, un lobo?