En Francia, un feliz experimento podría transformarse en una ley que apoye las nuevas políticas de transición energética y reducción de contaminación. Se trata de un pago de 0.25 euros por kilómetro a los empleados que van al trabajo en bicicleta.
Un conjunto de 18 empresas, con una nómina total de ocho mil empleados, participó de forma voluntaria en un experimento aplicado entre el 1 de junio y el 1 de noviembre en el que se les pago por ir al trabajo en bicicleta a los que estuvieran dispuestos a dejar el auto y el transporte público. El porcentaje de empleados que prefirieron pedalear pasó del 2 al 3.6%, lo que puede sonar a poco en términos absolutos, aunque realmente representa casi una duplicación.
En total, fueron unas 380 personas las que recibieron una “indemnización” por ir a la oficina en bici, más otras 39 a las que se permitió conservar el bono de transporte.
La distancia promedio de los empleados de su casa al trabajo fue de unos 5 kilómetros y las empresas aseguraron que no fue difícil corroborarlo ni evitar cualquier clase de engaño.
Además, un tercio de los ciclistas nuevos también decidió usar la bicicleta para otras actividades, como hacer comparas o ir a pasear.
El experimentos fue financiado por la Agencia del Medio Ambiente y Control de la Energía, y su formalización forma parte del proyecto de ley sobre transición energética, por lo que muy pronto, la mayoría de los franceses podría recibir un pago si deciden cambiar el auto por los pedales para ir al trabajo.