Dentro de todo lo mal que puede estar el mundo, siempre hay noticias buenas que reportar. Con ustedes, la inspiradora historia de Kelvin Doe, el adolescente africano que está sorprendiendo a la comunidad científica con sus inventos.
Kelvin Doe es un chico de Sierra Leona que a los 13 años comenzó a fabricar baterías empleando restos que encontraba en su casa o en los basureros. Y es que debido a las carencias en aquella nación africana, la energía eléctrica escasea.
Tres años después, este chico y sus inventos han comenzado a mejorar la calidad de vida en su comunidad local, donde por medio de una gran batería logró suministrarle energía a varias casas.
“En Sierra Leona no tenemos demasiada electricidad, las luces se encienden una vez a la semana y el resto del tiempo estamos a oscuras. Así que hice mi propia batería para suministrar luz a las casas”. Mencionó.
Kelvin también creó su propia estación de radio, la cual recibe energía por medio de un generador que creó con los restos de un estabilizador de tensión roto que halló en la basura. Gracias a una antena, logra transmitir noticias y música a todo su barrio.
Esta inteligencia y capacidad inventiva, hizo que Kelvin llamara la atención de la comunidad científica y fuera invitado a varias universidades estadounidenses. Incluso se elaboró un documental su vida.
Aquí un fragmento, en donde además se nos explica cómo podemos ayudarlo:
“Es muy inspirador. Creó un generador porque lo necesitaba”, comentó David Seneg, estudiante de doctorado del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).
Kelvin Doe ha sido la persona más joven en participar en el “Programa de Becarios Invitados” del MIT.
Historias como la de Kelvin Doe, o la de Paloma Noyola (la mejor estudiante de matemáticas en nuestro país) nos muestran que el talento existe incluso en los rincones más humildes del planeta. Depende de todos apoyarlos para que su capacidad rinda frutos.