El presidente Enrique Peña Nieto y su secretario de Hacienda, Luis Videgaray, lanzaron el nuevo y polémico Programa de Refinanciamiento de Crédito de Nómina para solventar las enormes deudas de los maestros.
El programa arranca con una bolsa nada modesta de 5 mil millones de pesos para financiar las deudas de tan sólo de un primer grupo de 300 mil maestros adquiridas con prestamistas que, según el SNTE y Hacienda, llegaban a cobrar hasta 180% de interés anual.
“Es sustituir a un acreedor que resultaba muy costoso y que les cobraba a ustedes tasas muy elevadas por uno que es de la banca del Estado mexicano que les prestará en mejores condiciones crediticias, con menor tasa de interés y mejor plazo”, explicó Peña Nieto.
Los maestros adquirieron deudas con instituciones particulares de crédito favorecidas por líderes sindicales a cambio de millonarias comisiones durante la dirigencia de Elba Esther Gordillo. Así amasaron compromisos financieros con intereses exorbitantes, recibiendo descuentos vía nómina de hasta 70% de su salario. Entre tanto, ciertos dirigentes recibían fuertes cantidades de los prestamistas a cambio de exclusividad con el gremio.
Según el diagnóstico oficial, 70% de los maestros tiene créditos por 50 mil pesos y se estima que su deuda total asciende a 30 mil millones pesos. Juan Díaz de la Torre, líder sindical, afirmó que estos créditos representaron una alternativa de financiamiento, pero que ahora no son sino una carga insostenible para el sindicato y las familias.
Un fideicomiso especial del Bansefi fue creado para pagar ahora los adeudos. Con el fin de recuperar la inversión, se seguirá cobrando a los maestros vía nómina, pero con una tasa de interés preferencial de 18%.
La administración federal adquiere de esta manera el control sobre la deuda millonaria de un grupo afectado por la corrupción sindical. No sobra, sin embargo, cuestionar si el Estado mexicano puede garantizar una administración más transparente de la deuda y de los recursos asignados para pagarla. Tampoco sobra señalar que cuando el Estado se vuelve el principal prestamista de un grupo, obtiene con ello un gran poder sobre él.
Y ustedes Sopicuates, ¿qué deudas tienen que desean que el gobierno pague y qué estarían dispuestos a comprometer por ello? No dejen de contarnos 🙂
Vía: Reforma