Marvel ha ido incrementando su popularidad en los últimos siete años, desde la salida de Iron Man en la pantalla grande (las cintas de Hulk se realizaron antes, sin embargo no lograron el éxito de sus predecesoras con otros protagonistas) los cómics dejaron de ser algo propiamente de los mal llamados “geeks”, para arraigarse en la cultura pop de la actualidad.
El éxito de las cintas de Marvel tal vez radica en lo que ofrece: personajes que son fácilmente identificables aunque no hayas leído el cómic (caricaturas, series de televisión, referencias en otros lados, juguetes), personalidades muy definidas lo que te permite crear una relación de empatía, superhéroes a quienes envidiamos sus poderes y para finalizar, un increíble equipo de producción que da como resultado cintas impresionantes visualmente.
Por supuesto que Avengers: Age of Ultron no es la excepción, la calidad visual que logró el equipo del director Whedon es impresionante, supera en este sentido a la primera.
El guión escrito por Whedon logra definir a cada uno de los personajes de manera que no da pie a la ambigüedad en sus personalidade: Capitán América es el jefe realmente él que sabe cómo dirigir al equipo, Iron Man/Tony Stark caracterizado por su humor negro, etc. Así podríamos seguirnos con cada uno de los personajes, sin embargo donde realmente logra dar un brinco de los personajes de caricatura al universo cinematográfico es con Ultron y Vision.
Ultron es el principal enemigo de los Avengers, en todas sus generaciones y adaptaciones. La génesis del robot todos lo conocemos: Hank Pym es el verdadero padre de este indestructible androide; aunque en la cinta se alejan de esto y se plantea que es creado por Tony Stark y Bruce Banner, logran aterrizar esta idea de muy buena manera.
James Spader logra inyectarle este concepto de “humanidad” al robot (con una voz cargada de maldad), no escuchamos una voz genérica computarizada que solo repite “debo destruir a los Avengers”, todo lo contrario, su misión se justifica -desde su punto de vista- gracias a la súper inteligencia con la cual fue dotado. Adopta ciertos aspectos propios de un hombre, como el sarcasmo, los diálogos que caen en la reflexión acerca del bien y el mal, pero sobretodo la búsqueda de mejorar… aunque lo lleva hacia un camino oscuro.
En el caso de Vision por fin podemos ver a J.A.R.V.I.S materializado y el momento en que aparece en pantalla como el androide rojo/rosa con el traje verde que todos conocemos, no podemos evitar sentir la piel chinita, uno de los personajes más poderosos e importantes de Marvel por fin llegó a las películas.
Vision es la antitesis de Ultron, no porque sea una amenaza para él pues lo que empuja al androide a luchar no es la etiqueta de Ultron como el “villano” de la historia, sino porque atenta contra la vida y bajo las líneas con las que él fue construido, no puede permitirlo. Paul Bettany dota de personalidad al robot, el cual se mueve entre dos ejes: el del software que lo dota de una racionalidad propia de una máquina y el de la moralidad humana, que lo lleva a unirse a los Avengers (y más tarde tal vez podamos ver el romance con Wanda).
La historia cumple, así como las escenas de acción y las interpretaciones de los actores que se ve aún más acoplados en esta película y cómodos con sus personajes. Aunque no haya una pelea principal en la que se enfoquen todos los personajes como en la primera, el enfrentamiento entre Iron Man y Hulk es una joya visual, las coreografías de lucha son impresionantes y perfectamente bien cuidadas, la comedia aún forma parte del guión, aunque se vuelve más oscura no pierde los chistes internos entre los personajes que vienen desarrollando desde la primera película de los Vengadores y las cintas en solitario de cada personaje.
En las dos horas y 20 minutos de duración podrán ver escenas de acción, el lado emocional de los personajes con estos viajes al pasado gracias a Scarlet Witch, una historia de amor que aún no sabemos si nos convence o no, pero lo más importante es que plantea lo qué podría venir con las piedras del infinito, el destino de Thor en Rangarok, el comienzo de lo que podría ser Civil War y la llegada de un villano aún más grande que Ultron.
Con Avengers: Age of Ultron termina la “fase dos”, la cual nos ha regalado joyas como Guardians of the Galaxy y Captain America: The Winter Soldier; y alguna que otra decepción como Iron Man 3 y el desperdicio del personaje del Mandarín.
Y ¿ahora que viene en la “fase tres”? La ampliación del universo con nuevos personajes como Wanda y Pietro Maximoff, Vision, las películas de Blackpanther, Dr. Strange, Inhumans, Ant-Man, Guardians of the Galaxy 2 y Captain America: Civil War. La principal función de Age of Ultron es plantear esta premisa: cerrar el capítulo de los “vengadores principales”, para dar pie a la nueva generación de superhéroes de Marvel y eso nos emociona más que cualquier otra cosa.
En la película se van a divertir, el cameo de Stan Lee siempre es una joya, van a reírse y seguramente dirán una que otra grosería de emoción/sorpresa. Pero sobre todo desearán que ya sea el 2018 para ver la continuación en Infinity War.
