El 6 de enero de este año, en Apatzingán, Michoacán, hubo dos “enfrentamientos” entre fuerzas federales y autodefensas del grupo G250, creado por el entonces comisionado federal de seguridad en Michoacán y actual titular de la Comisión Nacional del Deporte, Alfredo Castillo, quienes mantenían un plantón permanente en los portales del Palacio Municipal de Apatzingán, a las 2:30 de la madrugada.
El saldo “oficial” fue de 16 civiles muertos y 44 detenidos, pero en fechas recientes ha salido a la luz que no solo policías federales estuvieron presente en esta masacre, también el ejército formó parte activa en los hechos de represión contra ciudadanos que portaban seis pistolas registradas y que pusieron en el piso. Los demás cargaban palos y ramas de limonero. La información esta contenida en la causa penal 3/2015-I del fuero federal.
En dicho documento y en la averiguación previa AP/PGR/MICH/M-III/008/2015, entre 100 y 110 efectivos 30 Batallón de Infantería de la XLIII Zona Militar (correspondiente a Michoacán) acudieron al Palacio Municipal de Apatzingán respondiendo a un “reporte ciudadano” donde se alertaba de la presencia de gente armada en dicho lugar y al llegar encontraron a civiles disparando contra agentes federales por lo cual “inmediatamente intervinimos”.
No es la primera vez que el Ejército está envuelto en este tipo de eventos sangrientos, recordemos casos como el de Tlatlaya o la matanza de Acteal, la pregunta es ¿no es hora de que deje de ser algo regular este tipo de actuar de las fuerzas armadas? ¿hasta cuándo se permitirá la impunidad en esta institución?
@plumasatomicas