El peso mexicano sigue sufriendo los efectos de la caída del precio del petróleo, aunque ha respondido a las medidas de emergencia aplicadas por el gobierno mexicano, por lo que esta mañana el dólar se vende en 14 pesos con 95 centavos en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Por su parte, el euro se vende hasta en 17.35 y se compra en un mínimo de 16.75 pesos.
La depreciación de la moneda nacional se debe al abaratamiento del precio del petróleo que es, a su vez, consecuencia de la superproducción del hidrocarburo en Estados Unidos desde el segundo semestre del año pasado, resultado de la aplicación de la polémica tecnología de fracking en aquél país. China bajó su demanda de petróleo y Estados Unidos disminuyó su consumo de petróleo extranjero, por lo que el producto cayó de 90 dólares a 35 por barril.
Aquella situación ha exigido una estrategia económica de emergencia por parte de la autoridades mexicanas, que han respaldado la moneda nacional con la subasta de dólares del Banco de México y con la compra de bonos de deuda, lo que ha permitido la estabilización de la moneada a corto plazo. Sin embargo, el gobierno federal también ha tomado la decisión de aplicar un programa de austeridad en el gasto público, lo que ha afectado a la producción en diversos sectores.
Recientemente, el director del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), Juan Pardinas, advirtió que los escándalos de corrupción y conflicto de interés que rodean a la clase política mexicana se ven traducidos en una baja de la inversión extranjera. Los empresarios de otros países prefiere invertir en regiones menos polémica y más estables, políticamente y económicamente hablando, que México.
¿Qué dice el FMI?
Sin embargo, éstas no son noticias que alarmen al Fondo Monetario Internacional. Al menos no hoy. Aunque el organismo ha bajado la expectativa de crecimiento para México en dos ocasiones seguidas (de 3.5 a 3.2 y más tarde a 3% del PIB) colocándolo por abajo del crecimiento promedio mundial luego de que expertos señalaran una disfunción en la demanda de vivienda y el impacto negativo de los nuevos impuestos, la institución opinó de forma inesperada que no se trata de un mal panorama para el país.
La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, aseguró el día de hoy que esta expectativa de crecimiento no es tan mala al considerar que este año las economías poderosas van a la alza y las que están envías de desarrollo a la baja. De acuerdo con ella y con su consejero Agustín Carstens (ahora va saliendo el peine) quien le acompaña en las reuniones de primavera del organismo, el futuro de México puede ser oscuro al corto plazo, pero augura crecimiento para el futuro, gracias a… adivinaron, las reformas:
Las reformas probablemente impulsen el crecimiento mientras avancen. Ahora están en la etapa de implementación, pero nuestro pronóstico es que gracias a esos cambios estucturales el PIB sea de entre 3.4 y hasta 4%. Así que, a pesar de la disminución en el precio del petróleo, a la economía mexicana le va bastante bien gracias a las reformas resueltas y emprendidas con valor”, dijo.
Sobre la participación de Carstens como presidente del Comité Monetario y Financiero Internacional (CMFI), órgano asesor de la junta de gobernadores del FMI, dijo:
“En el FMI somos afortunados de haber contado con la presidencia de Tharman Shanmugaratnam (el anterior presidente) y ahora tenemos la suerte de que haya sido remplazado por una persona tan talentosa como el ahora presidente Carstens”
Sin un plan que apueste al crecimiento de la industria mexicana y que no ponga toda su esperanza en la inversión privada en el petróleo, como lo planteaba la Reforma Energética, el precio del dólar seguirá oscilando entre las 14.50 y las 16 unidades.
De acuerdo con el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, el gobierno cuenta con un plan para evitar la caída en 2015, pero no puede responder por la estrategia que será aplicada en 2016.