Nadie pensaba que un tipo con el éxito de Ozzy Osbourne pensaría en retirarse de hacer el mejor trabajo del mundo a la temprana edad de 44 años. Así sucedió un día como hoy hace 21 años en un show que se anunció con bombo y platillo el último del Príncipe de la Oscuridad, aunque se arrepentiría de ello y además tendría consecuencias desastrosas para sus compañeros en Black Sabbath.
Ozzy Osbourne declaró estar cansado de “tener una casa a la que nunca voy, tener un auto que nunca conduzco, tener una familia con la cual nunca llego”. Durante la promoción de su álbum más reciente, No More Tears, llegó a la conclusión de que había llegado el momento de retirarse de los escenarios. Así lo hizo conocer a la prensa especializada anunciando su última gira, muy apropiadamente llamada “No More Tours”. Por supuesto la noticia le dio la vuelta al mundo y causó gran expectativa, las ventas de boletos para los “últimos” shows de Ozzy volaban en cuestión de minutos.
Por si fuera poco, para las últimas fechas de la gira (programadas el 14 y 15 de Noviembre de 1992 en el Pacific Amphitheater de Costa Mesa en California) se anunció además de las bandas abridoras (Alice In Chains aún con Layne Staley y Sepultura aún con Max Calavera) que habría una aparición especial de Black Sabbath y que además, el día 15, Ozzy cantaría con sus antiguos compañeros, Tony Iommi, Geezer Butler y el baterista original, Bill Ward, varias canciones para cerrar con broche de oro el fin de sus días de gira.
Para entonces Black Sabbath, después de años de alineaciones inestables y un largo periodo con el cantante Tony Martin (quien mantuvo a flote a la banda pero sin lograr el éxito de sus días de gloria), se había reunido con su antiguo cantante Ronnie James Dio y el baterista Vinny Appice, con quienes Tony Iommi y Geezer Butler habían consolidado otra exitosa etapa de Black Sabbath años atrás, en la gira del álbum Heaven and Hell. Esta reunión estaba teniendo un gran éxito con la promoción de su nuevo álbum Dehumanizer, el más grande logro comercial para el grupo en muchos años. Ya llevaban medio año de gira, misma que en México tuvimos la fortuna de presenciar el 8 de Noviembre de 1992 en el Palacio de los Deportes (siendo éste el primer show de Black Sabbath en nuestro país luego de la injusta cancelación de 1989).
Haciendo un poco de historia, Dio fue el cantante que reemplazó a Ozzy en Black Sabbath, cuando éste fue despedido de la banda. La relación entre ambos cantantes siempre fue respetuosa pero no faltaban las declaraciones rijosas en la prensa. Tras la invitación de Ozzy a que Black Sabbath tocara en su show de despedida, el grupo aceptó tocar antes que la banda solista del cantante, con excepción de Dio quien muy ofendido declaró que no lo haría pues no era “ningún payaso abridor”. Tiempo después Dio se justificó declarando que su orgullo no le permitía convertirse en el grupo abridor de Ozzy pues “se había tirado mucha mala onda de ambos bandos” y eso había causado una fractura irreparable, además de que en el momento que los demás aceptaron hacer el show, para él el siguiente paso sería reunirse con Ozzy y con ello echaría por tierra cualquier plan del proyecto que había retomado Dio con Black Sabbath (lo cual era cierto pero sucedería cinco años después).
A resultas de esto, la bien intencionada idea de Ozzy causó algunos desastres. De entrada Ronnie James Dio, muy enojado, anunció su salida de Black Sabbath para reactivar su carrera solista, sólo dos días antes del show en Costa Mesa. No volvería a reunirse con el grupo sino hasta 15 años después. El baterista Vinny Apice, incondicional de Dio, extrañamente se quedó en la banda para este show.
A falta de cantante, Black Sabbath tuvo que reclutar de emergencia ni más ni menos que al propio Metal God, Rob Halford, vocalista de Judas Priest para cantar el set que ya tenían preparado, el cual constaba de canciones del Heaven and Hell, una del Dehumanizer, así como varias de la etapa con Ozzy. Halford hizo un gran trabajo sacando el compromiso adelante y le dio un giro diferente a los temas clásicos de la banda.
Tras los shows de reunión con Ozzy, Vinny Appice ahora sí se fue del grupo para seguir a Ronnie James Dio. Black Sabbath volvió a reclutar al cantante Tony Martin, sufrió la salida de Geezer Butler, y contrató una serie de músicos cambiantes para grabar lo que se califica como “sus dos peores trabajos”, Cross Purposes y Forbidden, con ventas, giras y reseñas desastrosas, perdiendo así el terreno que habían ganado con Dio y Appice.
Para colmo, tres años después de estos shows Ozzy se arrepintió del retiro y decidió volver a las giras, bajo el jocoso título de “Retirement Sucks Tour” y de la mano de su nuevo álbum Ozzmosis.
Así que como vemos, no se puede confiar en las promesas de nadie que se haya metido hormigas por la nariz, bebido orines de otras bandas y se haya casado con Sharon Osbourne.
FB: IvanNieblas