La cuenta de Facebook del ayuntamiento de Ixmiquilpan, Hidalgo fue actualizada ayer con solemnes fotos que muestran al alcalde Ciapriano Chárrez Pedraza y al sacerdote de la parroquia de San Miguel Arcángel, Ricardo Flores González, colocando una banda presidencial al Cristo de Jalpan durante una ceremonia el 15 de agosto.
La banda, que data de la guerra cristera, es portada por la imagen desde 1947, con el fin de obtener respeto por parte de los opositores de la religión católica. Se trata de un método definitivo, no cabe duda.
El recinto religioso cuenta también con un ”fuego azteca prehispánico” alimentado por mayordomos, que lo ofrecen a los cuatro vientos.
El artículo 34 de la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacional (sí, existe esa ley…), señala que la banda presidencial “constituye una forma de presentación de la Bandera Nacional y es emblema del Poder Ejecutivo Federal, por lo que sólo podrá ser portada por el Presidente de la República”, mientras que el artículo 35 reza “el Presidente de la República portará la Banda Presidencial en las ceremonias oficiales de mayor solemnidad: en la transmisión del Poder Ejecutivo Federal; al rendir anualmente su informe ante el Congreso de la Unión; en la conmemoración del Grito de Dolores, la noche del 15 de septiembre, y al recibir las cartas credenciales de los embajadores y ministros acreditados ante el Gobierno Mexicano.”
Todo ello nos hace sospechar fuertemente que es Jesús y no EPN quien tendrá una agenda ocupada en septiembre.
Esperamos poder contactar a la alcaldesa de Monterrey, Margarita Arellanes Cervantes, quien hace unos meses entregara su ciudad a Cristo, para informarle de su paradero actual y así facilitar sus relaciones administrativas.
Aquí un maravilloso montajito de las fotos que nos hace revivir la conmovedora escena: