“El Chapo” un narco menor, “Mayo” Zambada el verdadero líder: defensa de Guzmán

Como en aquel capitulo donde Tony El Gordo le echa la bolita a Bart de ser el mero, mero de la mafia, ayer la defensa de Joaquín El Chapo Guzmán le quiso quitar peso criminal a su cliente, indicando que el verdadero líder del Cártel de Sinaloa siempre ha sido El Mayo Zambada… Un momento, eso no sale en la serie de Netflix…

En su poderosa presentación del caso, la defensa de Guzmán Loera señaló que su cliente es sólo un chivo expiatorio que el gobierno de México y el Cártel de Sinaloa agarraron para encubrir al verdadero líder de toda la movida: Ismael El Mayo Zambada. Según el abogado Jeffrey Lichtman, esta situación que prevalece desde 1993, cuando El Chapo se ganó la rifa del tigre y fue “seleccionado” para convertirse en todo un mito.

¿Entonces nunca fue narco? Bueeeeno, quizás el friendzoneado criminal sí hizo por ahí algunas travesuras… pero éstas son nada comparadas con las que se le quieren achacar, según la defensa de Joaquín Guzmán. En realidad, El Chapo es un “capo menor”, inflado para servir de cortina de humo y, así, que no se vea la corrupción del gobierno de México y el éxito del mentado cártel… utsss, imagínense si no lo hubieran usado, sería un descaro total.

“El mundo no se está enfocando en El Mayo Zambada”, lamentó el abogado de El Chapo, quien acusó que desde hace 55 años las autoridades se han hecho de la vista gorda para capturar al verdadero jefe criminal, mientras que al pobre Guzmán Loera lo hicieron escapar repetidas veces de prisión y esconderse por temor a ser asesinado.

“Tssssss, qué fuerte”, dirán quienes no saben del verdadero trancazo que la defensa de El Chapo soltó ayer: el supuesto pago de sobornos del Cártel de Sinaloa a Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón. Nunca se hubieran imaginado eso, ¿verdad? (je, je, je). Obviamente el presiente y el expresidente, respectivamente, rápidamente negaron la acusación y seguirán su vida como si nada… o quién sabe.

Según Lichtman, en futuras audiencias soltará más nombres de militares, policías, fiscales y miembros de la Agencia Antidrogas (DEA), así como autoridades de alto nivel (mexicanos y gringos) que le entraron a las corruptelas del Cártel de Sinaloa. Así que esto pinta para ponerse bueno.