Típico que vas a una fiesta, comida, cena, partido de futbol, convivio o cualquier reunión con varias personas que involucre alcohol, y todo termina siendo una locura y al otro día amaneces más crudo que marisco en mercado.

La cruda es uno de los peores resultados de beber en exceso…

… pero también existen enfermedades  graves derivadas de este tipo de prácticas, como la cirrosis, que poco a poco va degenerando el hígado hasta dejarlo totalmente disfuncional. Por suerte, los estudios científicos avanzan cada vez más y, algunos apuntan que el café podría ayudar a contrarrestar el daño hepático que le causamos a este órgano cada vez que tomamos.

La investigación se llevó acabo por la Universidad de Southampton en Reino Unido, donde estudiaron a más de 430 mil participantes y descubrieron que tomar dos tazas de café al día estaba relacionado con la disminución de padecer cirrosis en al menos 44%.

La cirrosis es potencialmente fatal y no hay cura para ella. Sin embargo, es importante que el riesgo de padecer cirrosis se reduzca por el simple consumo de café, una bebida barata, que se encuentra en casi todos lados y tolerada por las personas, declaró el Dr. Oliver Kennedy de la Universidad de Southampton.

Esta enfermedad afecta las funciones principales del hígado, uno de los órganos fundamentales para la función adecuada de nuestro cuerpo. Cada año mata alrededor de 1 millón de personas y se puede desencadenar por hepatitis, consumo excesivo de alcohol, desordenes del sistema inmunológico y síndrome de hígado graso, esta última a veces se liga con la obesidad y la diabetes, pero también hay que considerar que es hereditaria.

El Dr. Kennedy y sus colegas tomaron como referencia nueve estudios previos sobre el café y la cirrosis, más el estudio de 430 mil voluntarios, con lo que lograron estimar que una taza de café al día disminuye un 22% el riesgo de contraer cirrosis, con dos tazas 43%, con tres hasta un 57% y con cuatro tazas disminuye hasta un 65%. Sin embargo, esto solo aplica cuando la cirrosis está ligada al consumo de alcohol, no a factores como la diabetes o la obesidad.

El café es una mezcla compleja con miles de componentes químicos y aún es incierto cuál de estos es el responsable de proteger el hígado, dijo Kennedy.

Esto no quiere decir que si toman cuatro tazas de café al día y en la noche se toman cuatro botellas de vino solos, su hígado estará 100% protegido, no les dará cruda y la cirrosis jamás tocará su cuerpo. Hay que ser responsables de nuestras decisiones, las cuales podrían dañar seriamente el hígado, como apuntó la nutrióloga Samantha Heller del New York University Lagone Medical Center.

Aunque el café contiene grandes cantidades de efectos antioxidantes y propiedades desinflamatorias, tomar unas cuantas tazas de café al día no deshará el daño que resulta del sobrepeso, obesidad, una vida sedentaria, una dieta no saludable o el consumo excesivo de alcohol.

Así que ya saben, a tomar café y aprovechar estas propiedades, pero recuerden que nada es bueno en exceso, lo mejor es consumir alcohol responsablemente.

***vía: Reuters

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