Cada fin de semana miles de personas compran sus entradas para ver un partido de su equipo favorito, pero no te esperas que al llegar a tu lugar previamente asignado, no puedas ni siquiera sentarte, ya que tienes una columna de cemento enfrente.
Un hombre llamado Simon Hughes, que asistió al encuentro entre el Blackpool y el Bolton Wanderers, llegó como habitualmente lo hacía al Bloomfield Road, buscó su asiento y al llegar se dio cuenta de que era imposible sentarse.
La primera fila de asientos de una de las gradas del campo de los Seasiders tiene en las columnas, que sostienen la cubierta del estadio, un obstáculo importante para los aficionados: un asiento que ni siquiera puede abrirse en su totalidad y que tiene una vista nula al campo.
El seguidor del Blackpool subió a su cuenta de Twitter una queja en donde aseguró que había pagado 25 libras por ese asiento el cual jamás pudo utilizar:
A Bolton supporter paid £25 for this seat at Blackpool. #FOOTBALL. pic.twitter.com/oK9fGEvUqA
— Simon Hughes (@Simon_Hughes__) noviembre 24, 2014