Masakatsu Sashie y el orbe de la industrialización.
Masakatsu Sashie nació y aún vive en Kanazawa, Japón, una ciudad bien conocida por su antigua tradición de artesanías que tienen un estilo único debido a la posición geográfica de difícil acceso en la que se encuentra.
El artista mismo dice que Kanazawa es una versión en miniatura, condensada, de las más grandes y habitadas ciudades de Japón.
En este publo pequeño, alejado de muchas cosas, una obsesión crecía: Sashie comenzaba pintar sus óleos, en los cuales mostraba los objetos paradigmáticos de la industrilización en formas y ambientes opresivos.
No sabemos bien por qué este artista decidió pintar escenarios casi postapocalípticos en donde el principal protagonista son los inventos del hombre, apilados, gastados, pero siempre vigilantes, lo cierto es que Sashie logró mostrar con gran sensibilidad, la ansiedad natural que provoca el desarrollo, la sobreproducción y el movimiento permanente y frenético de la circulación de objetos en las grandes ciudades.
Los reyes de los paisajes distópicos de Sashie son los obsesivos orbes que pinta, micorcosmos dentro de otro, nuestro mundo, y, al mismo tiempo, metáfora algo triste del planeta, orbe atestado de desechos.
Las pinturas de Sashie parecen insinuar que todo lo que es el hombre bien puede amasarse en una esfera colorida pero oxidada al mismo tiempo, la misma contradicción del pensamiento moderno.
En general, muchos de los productos culturales japoneses de finales del siglo XX termina siendo una dialéctica entre la tradición y la industrialización (vista aquí como la presencia de los objetos y dinámicas de producción post capitalistas) y sus consecuencias en esa sociedad.
Sashie no escapa a esta discusión que podemos ver incluso en los más masivos productos culturales japoneses (sus películas de terror por ejemplo).
Sashie ha tenido algunas exhibiciones personales en Japón, aunque su trabajo es poco conocido en occidente en donde no ha logrado hacerse de un lugar.
El artista del día: arte para ver antes de que se acabe.