Benjamín Torres: el ojo de los medios.
La Galería Hilario Galguera expone hasta el 15 de Marzo, Luz Obscura, de Benjamín Torres.
Ya no se puede pensar al hombre sin pensar en sus medios de comunicación. Hemos dejado de creer ingenuamente que los medios de comunicación nos notifican hechos que recibimos pasivamente. Ya mucho se ha discutido la complicada relación del hombre con sus medios de comunicación (están Eco, Sartori, Foucault, Lipovetsky y un largo etcétera).
La televisión, la radio, los medios impresos, son para algunos, el monstruo que nos dicta y disciplina, son el panóptico carcelario de Foucault. Para otros, lo medios son la herramienta del intercambio informático más eficiente. Pero las relaciones que guardamos con la información mediática son complicadísimas; por un lado, los medios son depositarios de nuestras ilusiones, de nuestros miedos, por otro, el medio de comunicación es el gran ojo que es al mismo tiempo un espejo, la información se replica pero no imparcialmente, el medio de comunicación no es un ente abstracto, la televisión tiene titiriteros, los titiriteros intenciones.
La información y las pantallas impactan ahora cada esfera de nuestra vida, el trabajo, la amistad, los productos culturales, el amor, todo ha atravesado el portal de la pantalla y ha mutado de acuerdo a las complejas necesidades que de ello surgen.
Benjamín Torres está consciente del poder de los medios, de las a veces terribles, a veces sublimes relaciones que entablamos con ellos. Torres, artista mexicano, ha decidido plasmar el juego de mostrar y ocultar, de destruir y crear que tenemos con los medios de comunicación. Torres ha sido muy inteligente al plasmar estas discusiones a través del collage, pues esta técnica puede mostrar fielmente los fragmentos de un discurso aparentemente estable. La información de los medios precisamente sucumbe a la ilusión de la unidad de sus fragmentados discursos, de aquello que han sesgado intencionalmente; la labor de informar es una labor de discriminar entre sucesos y con la unión de esta selección en el periódico, en el noticiero, los medios crean collages de la información mundial.
Torres, con apenas 43 años, ha expuesto individualmente en México, Nueva York y Madrid y es sin duda uno de nuestros talentos jóvenes. Dejemos que sus obras hablen.
Esta primera obra es muy ilustrativa de una tensión complicada: la del progreso y la información. Vemos en el fondo un cuatro, diría yo, inconfundiblemente futurista. El futurismo se dedicó a alabar el progreso del urbanismo, la moda y la ilusión de lo nacional inscrito en un futuro brillante, claro, el fascismo italiano abrazó a esta vanguardia tan acorde a sus postulados. En este cuadro de Torres, el hechizo del progreso y sus consecuencias enmarcan a un ojo, un círculo que todo lo mira y lo controla, sí, los medios impresos.
Este segundo cuadro es uno de los más bellos que tiene Torres. La imagen es una orgía de perspectivas: el espectador mira a una mujer que no lo mira, que se oculta para mirar algo que nosotros no, en medio de ella y nosotros un ojo. Cuando preguntamos, al hablar de medios de comunicación y del receptor, quién mira a quién, quién oculta y quién vigila, este cuadro definitivamente nos guía a través del vórtice de las posibles respuestas.
La siguiente pieza propone la reflexión alrededor de la estructura formal de los medios. ¿Se han preguntado por qué los periódicos colocan sus imágenes de una u otra forma, o por qué se presentan las notas en columnas? Lo que Torres propone aquí, al cortar el texto de lo que parece una página de periódico, es poner en jaque el proceso de información anclado a la disposición formal del medio. ¿Qué información nos otorga la imagen, qué información nos otorga el texto y cuál es la relación entre ambos? ¿Si quitamos uno, con qué nos quedamos?
Ésta es mi personal favorita. Ya habíamos puesto a Alex Grey como artista del día, habíamos hablado de su estética de lo trascendente, de desnudar al hombre y jugar con su papel en la tensión entre lo terrenal y lo divino; el hombre como conductor de lo sagrado, todo con una estética psicodélica. La figura central en este cuadro es de Alex Grey y ha sido intervenida por Torres magníficamente. El hombre muestra sus cables interiores, sus nervios y si bien, para Grey el hombre es depositario y vehículo de lo divino, Torres transgrede esa idea fusionando lo divino con la información. La idea es macabra: la información es la energía todopoderosa que emana de nuestro (local) universo, nos habita y nos traspasa, el hombre es depositario y vehículo de un dios que muta permanentemente: la información.
Entrevista en la Galería Hilario Galguera
LM: ¿Cómo conseguiste exponer en este espacio?
BT: Soy parte de los artistas que la galería representa desde el 2007. En el 2007 tuve una exposición individual en el museo Ex-Teresa y me invitaron a incorporarme en la galería.
LM: A algunos artistas jóvenes les puede resultar difícil conseguir espacios, ¿qué les puedes decir con respecto a la búsqueda de un lugar para exponer?
BT: Nunca había habido tantas galerías en México, es el momento en el que más galerías ha habido desde que yo recuerdo, hay muchas jóvenes, otras más establecidas (en cuanto a las comerciales), pero espacios que no tengan que ver con el circuito de galerías pues hay menos. Sí existen opciones pero a veces hay que generarlas, como artistas joven o emergente, tienes que generar tus propios espacios, es difícil conseguir luego luego una galería pero tienes que generar espacios para mostrar la obra y no necesariamente esperara a entrar a una galería.
LM: Ahí [en tus obras] está el problema de los medios, del espectador. Proyectas mucho el juego de mostrar y ocultar, el de los ojos, el problema de informar y desinformar. ¿Cuál fue el proceso creativo de poner esto en la obra?
BT: El proceso inicia haciendo un archivo personal donde voy coleccionando revistas de todo tipo, ahí inicia. Después continúo haciendo una selección de imágenes que aparecen en las revistas, la hago con base en lo que me provoca la imagen que veo, en querer intervenirla, modificarla y después hago el collage. Luego viene la parte de la digitalización y la reimpresión en estos formatos. El proceso, con las imágenes y las tensiones de ocultar y revelar siempre está en dialogo con la imagen que está ahí, es un proceso continuo. El proceso es muy fluido, tiene una parte muy racional pero también una muy intuitiva, a veces, una imagen me lleva a otra, es un proceso muy orgánico. Luego viene una parte más racional, de ese archivo de collages empieza un proceso de relación entre un collage y otro, hacer un grupo que tenga una coherencia entre sí, y así construyo la exposición.
LM: Sobre todo con el collage sabemos que hay un problema de intervenir la imagen y crear una nueva imagen, intervenir un discurso para crear uno nuevo. De manera personal, por qué escogiste precisamente el collage.
BT: Me interesa la parte de la construcción, es una técnica en donde vas armando, es una técnica que trabaja con material preexistente, eso me interesa, yo trabajaba, por ejemplo, de esa misma manera en la escultura, hacía ensamblajes, que es otra forma de hacer un collage aunque éste sea bidimensional. Es además una técnica que tiene que ver con jugar con binomios o reconciliar contrarios, tomar de varias fuentes y unirlos en una sola, es además un forma de edición.
Luz Obscura de Benjamín Torres se exhiben en la Galería Hilario Galguera hasta el 15 de Marzo de 2013
Galería Hilario Galguera
Francisco Pimentel 3, San Rafael, 06470, Cuauhtémoc, Ciudad de México
Horario de visitas:
Lunes a viernes de 10:00 a 18:00 hrs.
Sábados de 10:00 a 14:00 hrs.
Por Luis Miguel Albarrán @Perturbator
