Malcolm McLaren nunca habría pensado una estrategia tan descabellada para llamar la atención sobre los Sex Pistols como la que se acaba de dar a conocer.
Resulta que Alexandrei Varennikovic Voloshin, es un agente retirado de la KGB, la central de inteligencia rusa. y acaba de aparecer esta semana en la cadena NTV (National Russian Television) y ha revelado la verdad oculta que muchos sospechaban: la vieja Union de Repúblicas Soviéticas Socialistas (URSS) estuvieron detrás de la creación y financiamiento de bandas como los Sex Pistols, The Clash and los Ramones.
De acuerdo con el retirado agente, el gobierno de la URSS “gastó cientos de millones de rublos en una operación encubierta con el fin de crear caos y pervertir a la juventud occidental con ideologías nihilistas, anti-gobierno y anti-americanas.”
Durante una hora el señor Varennikovic señaló que también las canciones de los Sex Pistols, fueron cuidadosamente compuestas y diseñadas por psicólogos y propagandistas rusos. Frases como “I am an anarchist”, “God save the Queen and the fascist regime”, “No future” tenían el objetivo de desatar una oleada de cinismo hacia la autoridad, promocionar el uso de drogas duras, atraer a la juventud con ideas revolucionarias y anti-gobierno.
Desde luego, el agente de la KGB considera que la misión tuvo gran éxito.
“Entendimos que en aquel momento la música era un poderoso medio de propaganda para llegr a la juventud. Nuestra misión fue usar el descontento juvenil a nuestro favor y convertir a la generación de la posguerra de occidente en una cultura decadente, pro-drogas y anti-gobierno que creara levantamientos y llevara a los demócratas a hundirse en el caos. Incluso infiltramos la radio comercial para promocionar su música y llegar a millones de personas todos los días. Infiltrar la escena Punk, para nosotros en la KGB fue el experimento más exitoso de propaganda hasta la fecha.”
Y sí, a decir de los expertos en historia norteamericana, el nihilismo Punk trajo en consecuencia el uso de drogas autodestructivas como la heroína y metanfetaminas, obligaron al presidente Richard Nixon a establecer su Guerra Contra las Drogas, una campaña prohibicionista, de asistencia e intervención militar, dirigida a definir y reducir el tráfico de drogas en Norteamérica y el mundo.