Si bien el América dominó en gran parte del partido de Ida de la Final, no fue suficiente para llevarse un marcador cómodo a casa. De hecho, perder 2-0 parece una losa bastante pesada para los dirigidos por Miguel Herrera, aunque no desconocen del todo este terreno.

Han remontado marcadores adversos en cuatro finales diferentes: la última contra el Azul, la dudosa contra Necaxa del Verano 2002, contra Tampico Madero y una contra Pumas; no se puede dar por muerto a uno de los clubes más exitosos de México. Aunque sus jugadores parecen no querer convertirse en bicampeones.

Los dos goles de León fueron de alguna manera circunstanciales. El primero un error en defensa de Juan Carlos Medina, quien al quererse hacer el elegante, dejó el balón muerto a Carlos Peña, y el otro, del flamante central del Tri y de las Águilas: El Maza Rodríguez, que intentó despojar del balón a su rival y le dio un pase de gol a Boselli. Estos nos representarán en Brasil, ¡ojo!

Los Esmeraldas no estuvieron ni cerca de su mejor nivel, de hecho se mostraron bastante revolucionados, con hambre, la cual no les dejaba pensar muy bien a la hora de hilvanar una jugada de gol. Nadie estuvo preciso en el club leonés y aun así terminaron ganando. Caso contrario de los azulcremas, quienes querían y querían pero no podían, ¿los culpables? Hay mucha tela de donde cortar.

El primero es Luis Gabriel Rey, quien se cansó durante todo el partido, pero de fallar. No respetó un sólo esfuerzo de Sambueza y de Jiménez. Solo, frente al portero, con la marca un poco pegada, no había forma para que éste la metiera.

Hablando de Rubens y de Raúl, nos podíamos pasar la tarde completa hablando de ellos: el primero es un caso de esos que vemos a menudo, el jugador que, cuando quiere juega bien y cuando no, puede hacer que su equipo sea una basura. El caso de Jiménez es bastante particular, desde aquel gol con la Selección, ¡golazo! no lo hemos visto hacer más nada. Un porcentaje de pases, de goles bastante raquítico, pese a que todos lo nombraron como el salvador.

El América es grande, muy grande. No necesita de la ayuda de nadie, no necesita que su entrenador se le vaya encima a Decio para arreglar lo que él no hizo en la cancha, para tratar de salvar el pellejo de lo timorato que se mostró, no es posible que, cuando el actual campeón y mejor equipo del país, vaya perdiendo por un gol en la final, su equipo esté metido en su propia cancha. Eso no lo puede hacer un DT de clase mundial. No imagino a Neymar y compañía perdiendo por un gol contra el Tri, que Herrera se eche atrás y con los cracks que tiene la verdeamarelha encima.

Lo que el América necesita es jugar a lo que sabe. Es demostrar su grandeza. Es enchufar a sus once dentro del campo para conseguir una de esas remontadas historicas. No darle retuit a todos los comentarios de las estrellas de la farándula para darse aliento. No hacer propaganda en contra de Slim para ver sus partidos en TV abierta.

Carlos Reyes

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