Fue en un día como hoy, pero de 1972, cuando la en ese entonces jovencísima compañía Atari lanzaría un producto que daría comienzo con una de las industrias que más dinero producen actualmente: los videojuegos.
El nombre de aquél producto era “Pong”, un juego que a diferencia de los títulos que vemos hoy en día, había sido creado a base de transistores, condensadores y resistencias; todo sin un solo gramo de software.
Allan Alcorn, ingeniero graduado en la Universidad de California en Berkeley, fue el encargado del diseño y construcción de “Pong”, un proyecto que curiosamente comenzó como una especie de “ejercicio de calentamiento”: Alcorn no tenía experiencia haciendo videojuegos, por lo que los fundadores de Atari, Nolan Bushnell and Ted Dabney, decidieron que su primer trabajo sería crear un juego similar al tenis de mesa.
Luego de varios meses, Alcorn tenía ya un prototipo del juego con todo y efectos de sonido. Aún así, faltaba una forma de presentarlo, por lo que compró una televisión Hitachi en blanco y negro, para luego colocarla en un gabinete de madera de caso 1.2 metros junto con toda la circuitería. En resumen: una máquinita prehistórica.
Gabinete final del juego
El prototipo impresionó tanto a Bushnell y Dabney, que decidieron probarlo en un bar local. Luego de una semanas, el dueño del lugar tuvo que contactar a Alcorn debido a problemas con el juego, que para su sorpresa se debía a que había tantas monedas en la máquina que se habían atascado: las cosas pintaban bien.
Fue así como después de ver tal respuesta, la gente de Atari decidió fabricar su novedosa máquina de forma masiva, lo que finalmente comenzaría en noviembre de 1979; en un principio, de forma lenta y complicada, pues sólo podían fabricar 10 gabinetes diarios. Ya para 1973, Atari exportaba “Pong” a varios países, dando inicio a la época dorada de aquellos míticos centros de máquinitas y juegos de video.
Ted Dabney, Nolan Bushnell, Fred Marincheck y Allan Alcorn presentando “Pong”
Quizá ahora resulte complicado ver el “Pong” de 1972 y encontrar alguna similitud con alguna de las producciones millonarias disponibles para las consolas actuales, sin embargo, el principio del entretenimiento sigue ahí, tan intacto como hace cuatro décadas. Si bien es cierto que éste no fue el primer videojuego, sí fue la punta de lanza de una industria que hoy es igual o más grande que el cine.
