Según resultados obtenidos por el Instituto Nacional de Estadística y Geografia (Inegi), siete de cada 10 mexicanos que radican en ciudades creen que la vida en metrópolis es insegura… pues cómo no habrían de pensar eso, sí casi el mismo número señala ya haber presenciado o sabido de algún acto delictivo en los tres últimos meses.
En la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana –la cual es realizada por sexta vez- consta que el 67.9% de cada 100 personas considerar que vivir en su ciudad es inseguro, porcentaje que quizás no sorprende a las autoridades, ya que es el mismo nivel de desconfianza recogido en 2013.
Este reporte realizado por el Inegi de manera trimestral contiene diferentes variantes que sirven para determinar cómo el ciudadano conceptualiza el tema de seguridad pública en su localidad, tales como: sensación de inseguridad por temor al delito, que tanto cree que se pondrá más pesado el crimen, si ha sufrido o conoce de conductas delictivas o antisociales, qué tanto ha cambiado su rutina por temor a que le bajen la cartera y algo más en las calles, así como qué percepción tienen de la chamba de las autoridades en el combate a la inseguridad.
Los números son evidencia de qué tanto ha pegado la inseguridad en quienes se atreven a vivir en ciudad, ya que aparte de soportar el estrés propio de la urbe, han tenido que cambiar sus rutinas por temor a sufrir algún delito. El 67.2% de los encuestados ha elegido presumir sus pertenencias sólo en bodas, optando por dejar joyas, dinero o cualquier otro objeto de valor en casa.
La seguridad de los más pequeños también se ha incrementado en últimas fechas: 64.8% de los adultos admitieron que prefieren dejar que su hijo se intoxique viendo el “Chavo del 8” a permitir que ande por la calle. También se puede decir que la inseguridad ha vuelto más antisociales a los citadinos: Un tercio de los consultados modificó su costumbre de visitar amigos o familiares, mientras que mitad de la muestra dijo que cambió su hábito de caminar por los alrededores de su casa, autoimponiéndose un “toque de queda”: a partir de las 8 de la noche, nada de calle.
Si bien estos resultados indican cómo percibieron la inseguridad en los últimos meses del 2014, la situación para este año que comienza no pinta mejor: más de la mitad de los encuestados dijeron que la inseguridad seguirá igual de mal… y hasta con tendencia a empeorar: 35% considera que las cosas seguirán igual de mal, mientras que 28% prevé que empeorará. Y la policía no ayuda mucho a ser optimista: 70% de los adultos consultados consideraron que el desempeño de los policías “poco o nada” ayuda a prevenir y combatir la delincuencia…
