Después de los hechos ocurridos en Iguala, la desconfianza en los grupos de seguridad ha crecido, por lo que recordándonos épocas calderonistas, el Ejército y la Policía Federal han tomado las funciones de seguridad en 13 municipios –12 de Guerrero y uno del Estado de México–, en lo que los elementos municipales pasan por pruebas para verificar si es que tienen vínculos con el crimen organizado.
Monte Alejandro Rubido, Comisionado Nacional de Seguridad, señaló durante conferencia de prensa que todos los policías de los municipios que han sido tomados por las fuerzas marciales y federales serán trasladados a la sexta zona militar, ubicada en Tlaxcala, donde se les realizarán exámenes de confianza.
Además, todas las armas de los elementos locales pasarán por pruebas de balística con el fin de analizar si han sido utilizadas para cometer actos delincuenciales.
Los municipios son Apaxtla, Arcelia, Buenavista de Cuéllar, Coyuca de Catalán, General Canuto A. Neri, Ixcateopan de Cuauhtémoc, Pungarabato, Pilcaya, San Miguel Totolapan, Taxco de Alarcón, Tlapehuala y Teloloapan en Guerrero; mientras que en el Estado de México el municipio resguardade es Ixtapan de la Sal.
Estos municipios se suman a Cocula, en donde la Federación tomo el control de la seguridad en días pasados. Cabe recordar que el presidente municipal de dicho municipio fue detenido por posibles vínculos con Guerreros Unidos, grupo que según las investigaciones que se han realizado, también opera en las comunidades en donde la seguridad local ha sido sustituida.
Y para que no se crea que el gobierno federal quiere hacer una “limpia” de la seguridad local para que se olvide el caso de los normalistas desaparecidos, el Comisionado Rubido aseguró que la búsqueda de los jóvenes de Ayotzinapa continúa siendo la prioridad para la administración de EPN, por lo que se han desplegado desplegó más de 16 equipos de inteligencia en el estado de Guerrero, 17 helicópteros, 16 binomios caninos, tres aeronaves, una brigada de seis buzos y cuatro laboratorios móviles.
Además se han hecho ya cerca de 500 patrullajes terrestres y 70 vuelos de reconocimiento… pero aun nada. Hay que señalar –nomás para que quede el dato- que mientras que los federales “inspeccionan” con infructuosos resultados, grupos de policías comunitarios, nomás con una checadita que le han echado a la zona, son los responsables de la mayoría de las nuevas fosas clandestinas que se han descubierto…
Pero bueno, a ver si ahora que se tiene la encomienda de revisar todos los cerros, pozas, lagunas, presas y ríos de la localidad se pueden encontrar con algo.