En Noruega las autoridades militares están llevando el clásico “voltión” de calzón a niveles máximos. Ahora se pide regresarlos, para que otro noble recluta les acabe de dar uso.
De acuerdo con AP, por orden de altos mandos se ha ordenado a los reclutas en Noruega que devuelvan su ropa interior (calzones y calcetines) y, en caso de las mujeres, también los sostenes.
Suponemos que dichas prendas son patrocinadas por el Ejército, ya que esto es con el objetivo de que, una vez concluido el servicio militar, el siguiente grupo de reclutas puedan usarlas.
Esta extraña y no muy higiénica petición se da en gran medida (aunque no únicamente) porque el Ejército Noruego se las está viendo negras ante la carencia de ciertos insumos, dada la crisis en la cadena de suministros derivada en gran parte por la pandemia.
Se trata de “una situación desafiante de almacenamiento”, señaló la Organización de Logística de la Defensa de Noruega en comunicado citado por AP.
“Este movimiento es necesario ya que proporciona a las Fuerzas Armadas mayores volúmenes de prendas disponibles para los nuevos soldados que comienzan su servicio inicial”.
La información fue corroborada por el portavoz de la milicia, Hans Meisingset, quien aclaró que no habrá nada de antihigiénico en usar los calzones de otro, ya que todas las prendas devueltas pasarán por “controles y limpieza adecuados”.
Así, con tantito jabón y una buena remojada en cloro, “la reutilización de prendas se considera una práctica adecuada y sólida”, según lo ven las autoridades militares de Noruega.
De acuerdo con medios locales, la reutilización de prendas por parte de reclutas del Ejército no es nueva en Noruega… sin embargo, esto de usar los calzones de otro sí lo es. Hace poco, más de 8 mil reclutas devolvieron su ropa exterior al finalizar su servicio militar de un año.
Según la cadena abc de Estados Unidos, cada vez es más recurrente la falta de suministros en el Ejército de Noruega. No sólo es por cuestiones derivadas de la pandemia, sino por también por asuntos de finanzas, contratos e, incluso, por falta de determinadas tallas.
“Hace un año, observamos exactamente las mismas deficiencias en la ropa ajustada que vemos ahora, ya principios de este otoño, faltaban las tallas más grandes y más pequeñas de calzado”. Esta situación pudo deberse a errores al momento de hacer el pedido de material.
