Según The Washington Post y USA Today, la CIA ya ha comenzado a mandar armas a los rebeldes sirios para apoyar su defensa en contra del régimen de Bashar al Assad. Simultáneamente, Estados Unidos sigue negociando el desarme químico “pacífico” de Siria. ¿Son sostenibles ambas cosas a la vez?
Esto implica el principio de la tan esperada ayuda prometida por el gobierno de Obama a los rebeldes, luego del masivo ataque químico que, según afirman, el gobierno de aquel país llevó a acabo contra la sociedad civil. Se trata de armas ligeras y equipo no letal como vehículos, equipos de comunicación de alta tecnología y avanzados equipos médicos de combate. Las municiones de las armas pueden ser rastreadas y parecen ser enviadas principalmente al grupo rebelde bajo el mando del general Salim Idriss, líder del Consejo Supremo Militar, “una entre las muchas facciones que pertenecen a la oposición armada desarticulada” reporta el diario.
De acuerdo con funcionarios estadounidenses y sirios, las armas han llegado exitosamente al país durante las últimas dos semanas.
Todo esto resulta alarmante cuando se considera que el gobierno de Estados Unidos ha aceptado negociar la propuesta que Rusia hizo a las Naciones Unidas de no realizar un ataque militar en Siria, bajo la condición del desarme químico del régimen, y un posible castigo de no cumplir puntualmente. Todo indica que el presidente Bashar al Assad, está en vías de aceptar la petición definitiva que emita la ONU.
¿Cuáles son realmente los conceptos de “no intervención” y “desarme” que tiene el gobierno estadounidense? Parece aplicarlos de forma desigual al régimen y a sí mismos.
La disposición al desarme fue anunciada por Assad en una entrevista que ofreció para el canal Rossiya-24 de la televisión rusa. “Siria está poniendo sus armas químicas a disposición de Rusia. Las amenazas de Estados Unidos, sin embargo, no influyeron en esta decisión” aseguró el mandatario. Sin embargo, no está claro cuándo fue hecha la entrevista, pues el canal no la transmitió en vivo.
En ella, Assad niega rotundamente ser el responsable del ataque con armas químicas, afirma que fueron los “terroritas” sirios quienes las usaron y pide también una investigación a fondo sobre su uso en el país.
El mandatario ruso, Vladimir Putin advirtió que el desarme sirio no tendrá éxito mientras se mantenga la amenaza estadounidense de un eventual ataque militar.
Actualmente, el secretario de Estado de Obama, John Kerry, se reúne con su homólogo ruso para pactar los términos del desarme y para acordar una forma de inventariar y confiscar las cerca de mil toneladas de armas químicas de Siria.
No obstante, existen múltiples grupos rebeldes que rechazan el plan de Rusia. Así lo confirma el grupo del propio Idriss, que, sin embargo, encuentra insuficiente el armamento americano que les ha sido enviado. Denuncia también ataques de aviones militares a hospitales en territorio rebeldes.