Aprovechando que este viernes 28 de octubre se dio la ceremonia con la cual España le entregó el Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2022 al arqueólogo mexicano Eduardo Matos Moctezuma, te queremos contar lo importante que fue su trabajo durante el proyecto con el cual se descubrió el Templo Mayor.
Eduardo Matos Moctezuma ganó el Premio Princesa de Asturias
Antes que nada, queremos platicarles porque este importante arqueólogo recibió el Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2022; noticia que se supo desde mayo de este año, cuando el gobierno español anunció a los ganadores de este prestigioso reconocimiento.
Sí, el investigador obtuvo este premio por su contribución al conocimiento de las sociedades y culturas prehispánicas. Y vaya que se lo merece, ya que el egresado de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) ha sido pieza clave en la investigación y divulgación de las culturas mesoamericanas.
Solo para que se den una idea, ha participado en excavaciones en zonas de asentamientos mayas, olmecas y mexicas, pero quizá, por lo que es más reconocido, es por su trabajo en el Proyecto Templo Mayor, con el cual se descubrió esta importante zona arqueológica para todos los mexicanos.
Eduardo Matos Moctezuma y el Proyecto Templo Mayor
De acuerdo con The Conversation, fue a finales de febrero de 1978 que un grupo de técnicos, que hacían trabajos de cableado subterráneo, encontraron en una de las esquinas del edificio del Sagrario de la Catedral Metropolitana de la CDMX un monolito tallado de más de tres metros de diámetro.
Se trataba de nada más y nada menos que del monolito de Coyolxauhqui, la diosa lunar de los mexicas.
Acá una fotito del hallazgo:
No lo pensaron y le avisaron de volada a las autoridades, quienes comprobaron con expertos que se trataba de un gran descubrimiento. Fue así que se decidió comenzar con el Proyecto Templo Mayor, el cual dirigió nuestro querido Eduardo Matos Moctezuma.
Por este plan fue que empezaron varias excavaciones que duraron de 1978 a 1982, con las cuales se descubrió el Templo Mayor y más importantes piezas arqueológicas que proporcionarían mayor información sobre la civilización mexica, la cual siempre estuvo ahí, bajo el centro de la Ciudad de México (por ahí hay un buen cuento de José Emilio Pacheco que hace referencia a esto: “La fiesta brava”).
¿Cómo supieron que el Templo Mayor estaba ahí?
El monolito de Coyolxauhqui tenía las pistas que señalaban la posible ubicación del Templo Mayor, el principal recinto sagrado de Tenochtitlán. Y sí, Matos Moctezuma y su equipo de expertos lograron saber que la pieza arqueológica estaba justo a los pies de una de las escaleras del templo, la que conducía precisamente al templete dedicado a Huitzilopochtli.
¿Cómo supieron esto? Por la mitología mexica, la cual indica que Coyolxauhqui, llena de enojo, intentó lanzar a su madre Coatlicue por el cerro sagrado Coatepec, justo cuando estaba a punto de dar a luz a Huitzilopochtli (dios solar y de la guerra). Por esta razón, Huitzilopochtli nació antes de tiempo y decapitó a su hermana, arrojando su cuerpo hasta que terminó desmembrado a los pies del cerro.
Sí, todo indicaba que la posición del monolito era una representación de esta historia, por lo que supusieron que el Templo Mayor estaba justo frente a esta pieza.
Después del gran descubrimiento, siguieron las excavaciones, las investigaciones, los estudios y Eduardo Matos Moctezuma escribió varios libros sobre la cultura mexica y su relación con la muerte, como los siguientes: “Muerte al filo de la obsidiana: los nahuas frente a la muerte”, “Vida y Muerte en el Templo Mayor” y “La muerte entre los mexicas”.
Por todo esto y más, este arqueólogo mexicano se merece este reconocimiento por parte de España… ¡Aplausos para Eduardo Matos Moctezuma!
