Diseñado por el arquitecto Juan Segura, construido en 1930, y ubicado en el cruce de las avenidas Jalisco y Revolución, en Tacubaya (lugar donde se toma agua); el Edificio Ermita, ha sido una de las construcciones más emblemáticas de la Ciudad de México, desde su inauguración en 1936.
Te compartimos parte de su historia…
A lo largo de los años, el edifico ha logrado obtener diversos títulos nobiliarios como: El Canadá, gracias al anuncio publicitario de una zapatería que figuró en su fachada durante los años 50; El Times Square defeño, debido a los anuncios de Coca-Cola, Camel y Sol, que también colaboraron para darle un toque diferente al Art Decó que originalmente podía observarse estructura; El Faro de Tacubaya y el cuartel general de los complotistas.
Siete pisos, 78 departamentos, 32 metros de altura y un cine anexo (Cine Hipódromo), conformaron lo que sería a palabras del mismo Segura, “Una rehabilitación para Tacubaya”.
Semejante a la proa de un navío, uno de los puntos destacables de la construcción es su integración espacial, obligada en cierta forma a ser atractiva y productiva económicamente, al ser financiada por la Fundación Mier y Pesado; básicamente unos riquillos buena onda, gustosos de apoyar proyectos faltos de inversión, para después verse beneficiados habilitando nuevos espacios en las construcciones, tales como centros comerciales, cines y teatros. ¿Les suena familiar?
Otro punto importante y quizá uno de los más interesantes del Ermita, es que fue un edificio que proporcionó “asilo” a muchos refugiados españoles que se vieron afectados por el del exilio español republicano, sobre el cual hay una exposición en el Museo de la Ciudad de México, en honor a sus 75 años (y que por cierto termina en Enero); convirtiéndose en uno de los puntos de encuentro y reunión más destacado para los españoles.
En el edifico vivieron personalidades como: Manuel Altolaguirre Bolín (poeta guionista y escritor), Jaime Ramón Mercader del Río (asesino de Trotski, cuyo departamento fue el fungió como cuartel general de los complotistas Tina Modotti y Vittorio Vidali), Rafael Alberti (escritor), Ana Torroja (cantante), Rocco y Pacho, vocalista y baterista, de La Maldita Vecindad, y aunque propiamente Luis Buñuel no vivió ahí, los alrededores del edificio fueron para él, uno de sus espacios predilectos durante sus primeros años de exilio.
La Fundación Mier y Pesado, continúa administrando el edificio, sin embargo, algunas de sus decisiones han sido bastante cuestionadas, como lo que sucedió el 27 de abril de 2010, cuando el célebre elevador “Otis” del Edificio Ermita dejó de funcionar para siempre debido a una restauración que convirtió al edifico en un modelo que no requiere más de sus servicios, ¡Poooooobreee Otiiiis!
¿Y ustedes tienen alguna historia que compartir sobre el Edificio Ermita?