Hace unas semanas, Julian Assange, el fundador de Wikileaks, acudió a la embajada de un país latinoamericano buscando que le den asilo y así evitar que lo extraditen a Suecia.
Ya que si el fundador de Wikileaks es enviado a Suecia, corre el riesgo de que las autoridades lo extraditen nuevamente a Estados Unidos, donde podría enfrentar acusaciones de conspiración a cometer espionaje.
Ecuador todavía no le da el asilo. Después de cinco semanas, la gente de la embajada de Ecuador ha estado discutiendo con representantes del Reino Unido y Suecia, con el objetivo de que en el caso de extraditar a Assange al país sueco, el gobierno garantice que no lo enviarán a Estados Unidos, país donde hay pena de muerte y cadena perpétua.
Los representantes de Ecuador se preocupan de la extradición de Assange a Estados Unidos pues dicen que no pueden permitir que un hombre sea sentenciado a muerte o enviado a prisión de por vida, pues al no tener la posibilidad de salir de la cárcel es una condena a muerte.
Julian Assange lleva viviendo en la embajada con su equipo de abogados desde hace cinco semanas, después de que llegó de sorpresa solicitando el asilo; un derecho que las Naciones Unidas ha otorgado. Pero ahora se encuentra encerrado en el edificio, pues de salir a la calle, la policía local podría arrestarlo inmediatamente.
Ecuador ha estado insistiéndole a Estados Unidos que aclaren sus intenciones con Assange, pues según la información de los abogados del fundador de Wikileaks, existe un “malvado” plan de extraditarlo al país norteamericano.
El tiempo dirá si la nación latinoamericana le abre sus puertas a Assange o si es enviado a Suecia a enfrentar las acusaciones de violación sexual que tiene en ese país, desde donde más tarde podría ser extraditado nuevamente a los Estados Unidos.
Vía The Guardian