Como se adelantó, Marcelo Ebrard y toda la banda mexicana que intentará negociar con el gobierno de Estados Unidos los aranceles a los productos mexicanos ofrecieron una conferencia de prensa desde Washington, para informar la posición de México sobre el asunto. Y bueno, antes de que comiencen los guamazos con el gobierno de Trump… digo, las negociaciones, así es como están parados los nacionales.
Con un rechazo total a la idea de desaparecer el flujo migratorio hacia Estados Unidos a cambio de no imponer los aranceles, Ebrard señaló que la propuesta de la Cuarta Transformación al gobierno de Trump es “trabajar junto con EEU y el resto de la comunidad internacional, particularmente con los países involucrados en el tránsito y origen del flujo migratorio, con el objetivo final de reducir la migración forzada por la pobreza y la violencia y acelerar el desarrollo económico de El Salvador, Guatemala y Honduras”.
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— SRE México (@SRE_mx) 3 de junio de 2019
En su mensaje desde la embajada de México en Washington, Ebrard señaló que México tiene la convicción de que sólo lo anterior servirá para resolver el problema de migración ilegal hacia Estados Unidos, pero no sólo por encimita, sino desde la raíz. Además, el canciller mexicano remarcó que ellos están en EEUU para negociar, sin ánimo de confrontación. “Nuestros pueblos están unidos por amistad e historia y deseamos que nuestros gobiernos sigan siendo amigos y socios”, agregó.
Ebrard aceptó que, en estos momentos, los enfoques que tienen los gobiernos de Estados Unidos y México para resolver la crisis migratoria difieren, pero él y el contingente nacional intentarán mantener la propuesta ya señalada… es decir, no soltar prenda a las imposiciones de Trump. “La imposición de aranceles, junto con la decisión de cancelar los programas de ayuda seguramente tendrán un efecto contraproducente y no reducirían los flujos migratorios”.
En su turno al micrófono, la titular de la Secretaría de Economía, Graciela Márquez, advirtió que la imposición de aranceles de 5% (que podrían volarse hasta 25%, según el escalonamiento anunciado por Trump) traería afectaciones a la economía tanto de México como de Estados Unidos… sobre todo, a los consumidores, a la cadena de valor y a la creación de empleos. Además, dio a entender que el gobierno de AMLO no le va a entrar a una guerra de gravámenes con la administración de Trump. “No queremos usar los aranceles parta dañar la creación de empleos o la inversión”.
Por su parte, el subsecretario para América del Norte y principal negociador del T-MEC, Jesús Seade, señaló que si la idea de Trump es hacer daño a la economía mexicana… pues… puede que lo logre, pero eso sólo terminará por afectar también a Estados Unidos. “Nuestras economías están complementadas, si México se convierte en una economía menos fuerte, se convierte en un menor mercado para Estados Unidos”, indicó.
En lo relativo a hacer de México un tercer “país seguro” para Estados Unidos, Marcelo Ebrard rechazó que esto esté sobre la mesa… y que ni se ponga, ya que (según) la propuesta no sería aceptada. “No sería aceptable para México, hasta ahora no me lo han planteado. Pero no sería aceptable y ellos (los representantes de Esatdos Unidos) lo saben”.
De acuerdo con Ebrard, los representantes de México ya tienen agendadas reuniones con sus pares estadounidenses. Por ejemplo, la secretaria de Economía, Graciela Márquez, se encontrará este lunes con el secretario de Comercio del gobierno de Donald Trump. Otra reunión será con el titular de Agricultura de Estados Unidos… y, bueno, de la reunión anunciada antes con Mike Pomepo no dijo nada.