Duff McKagan ha estado en los titulares últimamente a raíz de la próxima aparición de su “manual para la hombría”, How To Be A Man, además del EP del mismo nombre que saldrá en paralelo.

Resulta que en 2010 Duff había escrito en su columna semanal del Seattle Weekly que él fue la última persona en ver a Kurt Cobain con vida:

“Estaba en el mismo avión que Kurt en un vuelo desde Los Ángeles, un par de días antes de su muerte. Los dos estábamos muy jodidos. Hablamos, pero nada de profundidad. Yo estaba en mi infierno, él en el suyo, y ambos parecimos comprender. Cuando llegamos a Seattle y fuimos a recoger el equipaje, me cruzó por la mente invitarlo a mi casa, ahí mismo. Tenía la verdadera sensación de que se sentía abandonado y sólo esa noche. Yo me sentía de la misma manera. Había una multitud ahí. Yo estaba en una gran banda de Rock y él estaba en una gran banda de Rock. Estábamos uno junto al otro. Mucha gente se detuvo a vernos, estupefacta. Perdí la concentración y Kurt dijo adiós, se fue hacia el auto que lo esperaba. Su nueva casa estaba justo una calle abajo de mi nueva casa. Recibí una llamada de mi manager dos días después diciendome que Kurt había muerto.”

McKagan explicó que no hizo más por su colega deprimido y adicto igual que él porque se dijo incapaz de sentir tristeza e incapaz de tomar el teléfono y llamar a Krist Novoselic o a Dave Grohl. Su autoestima estaba por los suelos, tanto que pensó que llamarlos no habría tenido ningún impacto en los compañeros de Kurt.

Pues bien, apenas se publicó un fragmento del libro de Duff en el Village Voice donde al parecer vuelve a repetir la acción de ver a alguien en problemas y no hacer ni decir nada, en este caso el famoso actor Philip Seymour Hoffman, de quien omite su nombre por respeto a su familia (y porque no se sentía “cómodo” revelando su identidad) pero da el lugar y la fecha exacta del fallecimiento por lo que no es muy difícil deducir de quién se trata con ayuda de Google:

“El lugar donde nos estábamos quedando en el West Village estaba en una calle pequeña con muy poco tránsito vehicular. El bullicio de la gran ciudad parecía encontrarse a millas de distancia. El Sábado, planeábamos ir a Times Square a ver la fiesta previa del Super Bowl. Iríamos a ver a los Foo Fighters más tarde esa noche y luego quizás iríamos a conseguir playeras del Super Bowl para los amigos y la familia en casa. Saliendo del departamento, vimos cómo un famoso actor realizaba una compra-venta de drogas en un vehículo. Siendo que esta era casi una calle privada, simplemente lo saludamos con un movimiento de cabeza y seguimos nuestro camino, no queriendo interferir en sus vida privada. Ed, comentó que el actor había estado “limpio” durante casi 23 años, pero que había escuchado que recientemente había vuelto a usar drogas de nuevo. ¿Deberíamos regresar y ofrecerle al tipo una taza de café? Como dije, mantenerse sobrio es un trabajo de equipo. Caminamos lentamente atravesando el frío, discutiendo el asunto.
Más tarde por la noche cuando regresamos, vimos al actor en la calle otra vez y pudimos deducir que estaba esperando comprar drogas. ¿Deberíamos ofrecerle nuestra amistad y un lugar seguro? Muchas veces esto es un dilema para los tipos sobrios, como todos sabemos, no puedes forzar a alguien a volverse sobrio. Tiene que hacerlo por sí mismo. Regresamos al departamento.
Luego del show, estábamos visiblemente emocionados por el juego, el cual sucedería apenas unas horas después. Tomamos un taxi de regreso al departamento y nos dejó enfrente del lugar cerca de la 1:30 de la mañana. Nuevamente vimos otra transacción de drogas en un auto con el actor. En la calle. Esperando. Otra vez. Carajo, hombre. Pensamos que quizás se estaba dando el último atracón antes de regresar a rehabilitación. Si volvíamos a verlo de nuevo consiguendo drogas por la mañana, seguramente tendríamos que decir algo. ‘Compadre, por favor. Ya hemos pasado por esto. Comprendemos. Hemos estado ahí. En verdad. Ya hemos pasado por esto.’
A la siguiente mañana, Domingo 2 de Febrero de 2014, la mañana del Super Bowl, escuché mucho alboroto afuera de nuestra puerta. Salía dar un vistazo. Había una ambulancia y la policía, en frente de una multitud de prensa y fans. El actor había muerto por una sobredosis en algún momento de cuando lo vimos a la 1:30 de la mañana la noche anterior.”

Así que Duff, un adicto recuperado y quien vio a dos personajes famosos antes de morir a causa de la misma droga que lo tuvo enganchado por años, pensó en hablar con ambos pero al final decidió no hacer nada. Desde luego no es su papel ser un redentor o un súper héroe, realmente ambos personajes no eran sus amigos-amigos y tampoco podía adivinar que ambos iban a fallecer. Sin embargo quizás las cosas habrían sido diferentes si se hubiera decidido a hacer algo.

Lo que esperamos es que no se encuentre pronto con Lemmy, Tony Iommi o Iggy Pop pues tal parece que si se encuentra con algún personaje famoso, estos mueren al poco tiempo. Quizás Duff es La Muerte encarnada y no lo sabemos. Deberíamos mandarlo a visitar a algunos ex-presidentes mejor.

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