La primera fecha de dos noches agotadas de Imagine Dragons en el Auditorio Nacional, y fue uno de los conciertos más divertidos que hemos visto en lo poco que va del año.

Al salir del concierto un amigo me dijo, “es como… mi primera banda de rock”, y nada tuvo más sentido. Saben hacer lo suyo y juzgándolos como lo que son, esa banda nueva de un solo disco con muchos sencillos exitosos en la radio, lo hicieron más que perfecto. El Auditorio estaba lleno de un público muy joven que se sabían todas. Hasta los niños cantaban todas.

Son el éxito de estos momentos como hace 10 años fue Keane, Kaiser Chiefs, o The Killers… y su presentación en vivo explica por qué, son muy amables, se divierten muchísimo entre ellos y disfrutan mucho de seguir tocando una y otra vez cada canción que han tocado por muchísimos meses en gira. Sus canciones son muy melodiosas, coros pop muy pegajosos, pero también se echan solos de batería, de bajo (que como ya nos dimos cuenta en Foo Fighters en el Foro Sol no cualquier banda) y tocan con demasiadas percusiones que le dan todo un giro muy bueno de performance a su show.

Desde que salieron sonreían todos de oreja a oreja, Dan Reynolds el vocalista, dijo que se despertó sintiéndose muy mal de la garganta, y conforme pasó la noche era cada vez más notorio, pero por increíble que parezca, sólo cuando hablaba. Cantaba con todas las fuerzas que tenía y gritaba “Viva México” como si fuera su último día con cuerdas vocales. Claramente lo veía cualquiera y se notaba que estaba pasando uno de esos días donde despiertas con carraspera y piensas si ir al trabajo o a la escuela porque al regreso vas a sufrir la ‘salidita’, así que el hecho de que haya salido Reynolds a brincotear, cantar y gritar sin fallar, gana mucho. Kudos por eso.

Que llevan tocando la vida se les nota hasta en las pestañas, el baterista arrojaba al cielo una baqueta y el tecladista la cachaba para tocar percusiones, el bajista aventaba al cielo un pandero y lo agarraba el guitarrista para seguir el ritmo. Todos tocan todo y hacen los coros de todas las canciones. Por más ñoño que suene ¿recuerdan esos tambores de Jumanji cuando el juego llama a los niños? ahora quítenle algo tribal, aumenten la cantidad de percusiones, agréguenle sonidos de sintetizadores, pónganle luces de colores y es como imaginar dragones. Y sí, dragones radioactivos, porque esa energía que le echan no es para menos.

Hicieron al completamente lleno Auditorio Nacional prender todos sus celulares y la vista era impresionante, los hicieron jugar con pelotas llenas de confeti y cantar todas las canciones. “Demons” fue una gran versión en vivo, y “Radioactive” para este momento ya todos la hemos visto en vivo o en YouTube, o en los Grammy, o en el pasado CC13 pero no por eso dejó de ser menos, al contrario, probablemente sonó más fuerte y bien.

“Radiactive”

El cierre fue completamente inesperado, regresaron vestidos con sombrero y zarape, y con un chun-ta-ta de fondo comenzaron a cantar “Cielito Lindo” y el Auditorio Nacional se volcaba de gusto. Y para el gran remate dijo Reynolds que lo ayudáramos a cantar una gran canción. “Song 2” de Blur terminó volviendo loca a toda la gente que estaba ahí. Agradecieron tremendamente por recibirlos, porque a su segunda visita en México ya sienten como en su casa, no creían haber llenado un foro de ese tamaño y prometieron regresar en cuanto tuvieran su segundo disco.

Fue el mejor concierto del año para todo el público joven que estuvo ahí, probablemente el más entrañable de la fila llena de chavitos como de 10 años abrazándose entre ellos. Ofreciéndoles la entrada a otras puertas por el pasillo de su música, y hasta la de una histórica banda, es esa puerta a explorar más música y otras bandas. Es una muy buena primera banda de rock. Y es un increíble entretenimiento de Las Vegas (literal) si crees que no te hace falta ver mucho.