A unas horas de que arranque el primero de los Nocturnos, vamos a hacer una recapitulación de lo que hemos visto en MUTEK.MX esta semana, haciendo énfasis en las noches de Play y A/Visions. Estos eventos representan dos distintas caras de la misma moneda que es el festival de creatividad digital y cosas que hacen “bip-bop”.

Por un lado, Play es una serie de presentaciones musicales que se apega a la vieja costumbre de una banda o un artista que toma el escenario para tocar música en vivo, ya sea con instrumentos tradicionales como batería, bajo, mandolín, o con un secuenciador, sintetizadores o una laptop. Hay de todo un poco en la gama de la electrónico. Se trata más que nada de una experiencia auditiva en un ambiente relajado.

Y por el otro lado, tenemos los A/Visions donde la experiencia se apoya más en lo visual, aunque sin dejar fuera la música (obvio). Es solo que en este caso los elementos se complementan para mantener nuestros ojos tan entretenidos como los oídos. En nuestra sociedad moderna que tanto se va por todo lo visual y cinemático, no resulta difícil comprender que los A/Visions apelan a una audiencia más amplia, “a pesar” de que la música suele dejar a algunas personas rascándose la cabeza en confusión.

El martes tuvimos oportunidad de asistir al primero de los Plays; el line-up resultaba particularmente atractivo porque los cuatro actos en su programa eran propuestas mexicanas. Siempre es bueno mantener el oído abierto a la que se está produciendo en la escena local, porque no falta el sujeto que en un intento de querer impresionar se atreve a decir en voz alta “no hay música buena en México en la actualidad”. No se tiene que hacer mucho para cerciorar que hay jóvenes artistas mexicanos que están explorando diversas vertientes de la música.

Festivales como MUTEK le dan una plataforma a estos proyectos para que puedan ser escuchados a un precio muy accesible. En estos días que un concierto te cuesta en promedio 500 pesos, pagar una quinta parte de eso resulta casi un regalo. Por supuesto, mucha gente no está tan dispuesta a tomarse la molestia de ir hasta las lejanías del Foro Indie Rocks en la Colonia Roma para ver/escuchar actos que no conoce. Es razonable. Pero si nadie estaría dispuesto a escuchar música nueva, no escucharía música del todo.

De cualquier forma, el tamaño de la audiencia en Play 1 fue considerable, incluso a partir de la primera presentación a cargo de Billie Mandoki, una artista con vocales de aquellos que desgarran el corazón -tipo Angel Olsen- acompañados por tonos de minimal en los sintetizadores. Con todo y las fallas técnicas y el nerviosismo, podemos derivar un placer al ver una artista en sus inicios, con un claro potencial de alcanzar metas más ambiciosas.

Podríamos decir lo mismo de Missing Human, un proyecto que continúa su evolución, ahora abriéndose camino en el terreno del post-rock. Daniel Badillo llena los espacios entre batería y vocales distorsionados con beats y efectos en el secuenciador mientras una guitarra nos mantiene al filo de una explosión de… algo. Cada vez más cerca a la medianoche, el humor a fiesta se empieza a sentir con las mezclas de Schem y ya de plano nos ponemos a bailar con Omaar para cerrar/abrir con pie derecho.

Play es un vistazo al lado oscuro, macabro, quizás un poco amateur y sucio del MUTEK. Al día siguiente, nos tocó ver en acción su lado clavado con el primero de los A/Visions en el Domo Digital y la Megapantalla IMAX del Papalote Museo del Niño. “La loquera para los ojos” como nos dijo Missing Human en la guía de recomendaciones. Y vaya que lo es. En el Domo Digital, Maotik y Metametric nos presentaron su ¿película? ¿proyección multimedia? Nunca estoy seguro sobre cuál es el término apropiado para describir estas cosas ya que tanto Metametric (el de la música) como Maotik (el de los visuales) están presentes y haciendo lo suyo en vivo mientras nuestros ojos miran hacia el cielo falso con sus gráficas dementes.

El dúo tuvo varias ¿funciones? a lo largo de la noche, y según los comentarios de los asistentes, algunos tuvieron una experiencia memorable mientras que otros tuvieron conflicto con los pequeños detalles técnicos que se asomaron como la aparición del cursor en una esquina de la proyección, o las fallas de una de las tantas pantallas que forman el domo. Por supuesto, nosotros esperamos una función perfecta porque cualquier distracción, no importa que tan pequeña sea, te puede sacar del trance, esa sensación de hipnosis que los artistas se empeñan tanto en sumergir a su público.

A la noche siguiente, estos accidentes volvieron a plagar las presentaciones de los actos audiovisuales de MUTEK en el Teatro de la Ciudad. El set de Oneohtrix Point Never se vio interrumpido a los 10 minutos de que arrancara el set por otra de aquellas FALLAS TÉCNICAS DE LA MUERTE. Va de nuevo, al tomar en cuenta el tipo de música súper densa y clavada, las distracciones de este tipo terminan por destruir la ilusión. Aunque estamos conscientes de que los actos electrónicos deben lidiar con más factores que pueden salir mal que la típica banda de rock, tampoco queremos acostumbrarnos a estos percances.

Después de una caótica presentación en Ceremonia hace un año y medio, el escenario ideal estaba puesto para Daniel Lopatin; sin embargo, la mala fortuna volvió a lanzar su maldición sobre el productor. Los visuales de Nate Boyce tampoco sirvieron de mucho para mantener despierta a la audiencia ya que eran tan oscuros que apenas se podían percibir en el telón de fondo. La siguiente banda en la alineación corrió con mucho mejor suerte, en parte gracias a que pocos tenían idea de lo que venía y el factor sorpresa terminó por jugar en su favor. Estamos hablando de Nonotak, proyecto galo-japonés. ¿Cómo es eso? La chava es francesa y el tipo es japonés.

El atractivo visual del set de Nonotak es una pantalla transparente que no ha de medir más de tres metros de alto por tres de ancho. La pantalla cubre a los dos artistas que se colocan uno frente a otro detrás de sus consolas, samplers, sintes, caja de ritmos, laptops, o sea lo que sea que estén utilizando. En realidad nunca se puede percibir lo que emplean ya que el telón nos distrae con sus luces que brillan en forma de figuras geométricas que van y vienen al ritmo de los breaks. Todo un éxito.

Y bueno, déjaselo a los japoneses para que dejen sentado un nivel casi imposible de superar en MUTEK. Para cerrar la segunda noche de A/Visions, Daito Manabe y compañía cedieron el escenario a cinco bailarinas de danza ¿qué? ¿contemporánea? ¿moderna? Supongo que cuando bailas con robots y drones ya aplica la etiqueta de “futurista” y sin mucho rastro de ironía. Ninguna foto o descripción le podrían hacer justicia a la experiencia de ver de primera mano la interacción entre performance y tecnología. Pero en fin, vámonos a lo fuerte que son los Nocturnos. Los veo por allá, @ShyTurista.

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