En una prueba más de que no todos los héroes usan capa (o que las empresas deben de tener cuidado con los empleados ardidos)… por 11 minutos el mundo fue un lugar mejor, gracias a que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se quedó sin su principal herramienta de trabajo: su cuenta de Twitter.
Quizás muchos no lo notaron, pero quienes nomás andan esperando a ver a qué hora declara la guerra nuclear se dieron cuenta que por ahí de las 19 horas, al intentar checar qué babosadas publicaba el republicano, aparecía una leyenda avisando que la cuenta en cuestión “no existía”.
My Twitter account was taken down for 11 minutes by a rogue employee. I guess the word must finally be getting out-and having an impact.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 3 de noviembre de 2017
“¡Por fin!”, “ya va a renunciar”, “¡hasta que le amarraron las manitas!”, fueron algunas de los pensamientos de muchos cibernautas al difundirse la noticia, pero, cuando comenzó la sensación de vacío, Twitter informó que la cuenta del inquilino de la Casa Blanca había sido desactivada por un “error humano”, específicamente por alguien de su equipo. Más tarde, la empresa del pajarito ofreció más detalles, al informar que la desactivación del instrumento que llevó a Trump a la presidencia fue responsabilidad de uno de un empleado que quiso volverse en una leyenda en su último día de chamba…
“Hemos descubierto a través de nuestra investigación que este corte fue provocado por un empleado de Twitter, que se encontraba en su último día de trabajo”.
Through our investigation we have learned that this was done by a Twitter customer support employee who did this on the employee’s last day. We are conducting a full internal review. https://t.co/mlarOgiaRF
— Twitter Government (@TwitterGov) 3 de noviembre de 2017
Como era predecible (aunque con unos minutos de espera), Trump reaccionó ante la desactivación de su cuenta… en Twitter, pa’ variar. Aunque muchos hubieran esperado que le echara la culpa a alguno de sus múltiples enemigos, se limitó a señalar que estar fuera de la chamba por 11 minutotes fue por un “empleado deshonesto”.
Recordemos que hace unos días, Trump aceptó que no estaría en la Casa Blanca si no hubiera sido por las redes sociales. Algo de razón debe tener… tomando en consideración que en su cuenta personal tiene alrededor de 41.7 millones de seguidores, quienes día a día se exponen a sus polémicos e incendiarios comentarios.