El actual presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se abrió en una entrevista con la cadena CNN, realizada hace unas semanas, sobre uno de los problemas de mayor importancia que aquejan a su sociedad: el racismo. Las declaraciones del primer presidente negro en la historia estadounidense se dieron en medio de expresiones y mensajes encontrados, como los del movimiento #BlackLivesMatter y el apogeo de organizaciones como el Ku Klux Klan, además de la llegada al poder del empresario neoyorkino Donald Trump.
El mandatario habló de su experiencia con el racismo durante su administración y aseguró que la cuestión que más preocupaba sobre su persona no eran las decisiones políticas que tomaba, sino que parecía “extranjero”. Uno de los principales promotores del birther movement, teoría que sostenía que Obama había nacido fuera del país y que, por lo tanto, no era un candidato elegible para ser presidente, fue el candidato del Partido Republicano que ganó los comicios del pasado 8 de noviembre.
.@POTUS to @FareedZakaria in #ObamaLegacy: Are there people whose primary concern is that I seem foreign? Absolutely https://t.co/VLBUR6m6es
— CNN (@CNN) 8 de diciembre de 2016
“Es indiscutible que había ferocidad por parte de la oposición y falta de respeto hacia él debido a su color de piel”, sentenció en la misma entrevista David Axelrod, otrora consejero de Barack Obama. El mandatario, cuya gestión terminará el próximo 20 de enero, aseguró que había una razón por la cual los cuestionamientos sobre su gestión eran muy distintos entre los blancos de los estados del norte y sus pares del sur. Ni siquiera el hombre más poderoso del mundo pudo sortear los embates del racismo.
El discurso del presidente electo Donald Trump ha germinado en expresiones xenófobas por parte de grupos supremacistas blancos, como el saludo nazi que realizó el pasado 22 de noviembre Richard Spencer, el líder del National Policy Institute, un movimiento de derecha “alternativa” (alt-right). En su ponencia, que terminó con la consigna“Hail Trump! Hail our people! Hail victory!”,el dirigente conservador dijo que Estados Unidos era un país blanco, “diseñado para nosotros y nuestra posteridad”.
El pasado 15 de noviembre, un funcionario de Virginia Occidental llamó a la primera dama Michelle Obama “simio en tacones”, después de asegurar que ahora sí tendrían una representante con “clase, hermosa y que dignifique” el puesto en la Casa Blanca, haciendo referencia a Melania Trump.
¿Cómo enfrentará la nueva administración el problema de racismo, tan alentado y cobijado por el mismo discurso de Donald Trump?