Tal como se venía pensando desde el pasado viernes 18 de septiembre, día en que falleció la jueza liberal Ruth Bader Ginsburg, Donald Trump no tardó en postular a su candidata para ocupar el lugar que ella dejó vacante en la Corte Suprema: la jueza conservadora Amy Coney Barrett.
Y es que en cuanto se dio a conocer la noticia del fallecimiento de Ruth Ginsburg, la tristeza por esta situación se convirtió muy rápido en preocupación ante la posibilidad de que la Corte Suprema pase a estar más a modo para Donald Trump y su ideología conservadora. En caso de confirmarse que la jueza Amy Coney Barrett ocupará ese lugar, serían tres los magistrados elegidos por él (Neil Gorsuch en 2017, y Brett Kavanaugh en 2018, fueron los anteriores).
“Tengo el honor de nominar a una de las mentes legales más brillantes y talentosas de nuestra nación a la Corte Suprema. Es una mujer de logros incomparables, intelecto sobresaliente, admirables credenciales y una firme lealtad a la Constitución: la jueza Amy Coney Barrett“, declaró Donald Trump este sábado en un evento celebrado en la Casa Blanca, según informa la BBC.
El Senado (de mayoría republicana) tiene la última palabra
La preocupación de que a Trump le diera tiempo de nominar a alguien para la Corte Suprema de los Estados Unidos antes de las próximas elecciones presidenciales, radica en que sólo falta que el Senado le dé luz verde para ocupar su nuevo cargo, y como éste es de mayoría republicana, se ve difícil que le digan que no.
La reacción de los demócratas no se hizo esperar, pues algunos mostraron rápidamente su indignación al consideran que una decisión de tal trascendencia debe ser realizada por el presidente que resulté vencedor en las próximas elecciones. El propio Joe Biden pidió al Senado no confirmar a Amy Coney Barrett, y esperar hasta después de las elecciones del próximo 3 de noviembre para eso.
Amy Coney Barrett, jueza declarada en contra del aborto, la inmigración y a favor de las armas
Pese a que durante el evento tanto Trump como Coney declararon que, en caso de que el Senado la confirme, su ejercicio en la Corte Suprema se basará únicamente en lo que dicta la ley, la jueza es bien conocida en Estados Unidos y el mundo por sus creencias conservadoras, especialmente por su ideología contra el aborto. En el 2013 publicó un artículo titulado “La vida comienza con la concepción”.
Tiene 48 años de edad y la BBC la describe como una devota católica, que además de estar en contra del aborto, continuamente ha mostrado su apoyo a las políticas del presidente contra la inmigración, y es una gran defensora de la portación de armas en Estados Unidos.
El propio Donald Trump fue quien la postuló en el 2017 para el 7mo Circuito de Apelaciones con sede en Chicago, puesto para el que el Senado la confirmó en aquel entonces. Tras graduarse de la Escuela de Leyes de la Universidad de Notre Dame, en Indiana, Barrett trabajó como asistente de Antonin Scalia y, de acuerdo con AP, siempre ha mostrado que sigue el enfoque jurídico conservador del fallecido juez. “Su filosofía judicial es la mía también”.
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