Dicen que siempre se van de tres en tres: el 22 de noviembre de 1963 murieron el novelista y ensayista británico C.S. Lewis, el literato Aldous Huxley y el expresidente de Estados Unidos, John F. Kennedy. El deceso de ambos hombres de las letras quedó acaso ensombrecido por el asesinato del mandatario estadounidense.   

Ese mediodía de viernes en Dallas, Texas, Kennedy fue baleado mientras circulaba en el automóvil presidencial en la Plaza Dealey convirtiéndose así en el cuarto presidente de Estados Unidos en ser asesinado y el octavo en morir en ejercicio de sus funciones. ¿El culpable? De acuerdo con la versión oficial, se trató Lee Harvey Oswald, quien habría actuado solo.

A 53 años del incidente, la poca claridad y transparencia del caso ha dado aire a mil teorías de conspiración.

A 53 años del evento trágico en la historia estadounidense, la situación es candente. Hoy en día, el ánimo político en Estados Unidos está polarizado. Las campañas presidenciales de Hillary Clinton y Donald Trump terminaron por hacer evidente la división que impera en su país. Viejas rencillas que parecían saldadas o al menos controladas salen a la luz. Hay descontento y movilizaciones en las calles.

Puede que sólo sea una predicción nimia, o charlatanería para algunos otros, pero el pronóstico de la vidente colombiana Deseret Tavares tiene algo de verosímil. De acuerdo con la calé, que atinó al resultado del proceso electoral y vaticinó el triunfo de Trump, el presidente electo morirá en un ataque perpetrado por una “persona joven, como de 34 años” proveniente de Estados Unidos, de acuerdo con el sitio de noticias RT.

Más allá de las creencias personales, del pensamiento mágico y el juego de la clarividencia y la lectura de cartas, el escenario parece dentro de las holguras de lo posible. El descontento generalizado de la población estadounidense podría traer consigo un siniestro como el que terminó con la vida de Kennedy hace 53 años. La postura radical del empresario estadounidense podría atraer reacciones de la misma magnitud y en el sentido contrario.

A tres días de las elecciones, el entonces candidato presidencial del Partido Republicano tuvo que ser —apresuradamente— escoltado por dos agentes del Servicio Secreto de Estados Unidos debido a un incidente en un mitin en Nevada. La situación no pasó a mayores aunque este conato evidenció la animadversión que provoca el político y empresario.

Donald Trump se ha encontrado resguardado bajo un fuerte dispositivo de seguridad durante toda su campaña, en vísperas de las elecciones y después de alzarse con la victoria. Aunque las señales de desprecio en contra de su administración se han hecho evidentes. La pitonisa terminó su predicción exhortando al empresario neoyorkino redoblar su seguridad para que esto no pase. Tal vez también debería moderar su discurso de odio.

FOTOS: GETTY IMAGES

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