Las cosas se complican en la tarde de este viernes: el presidente de Estados Unidos será trasladado a un hospital militar donde se espera que pase algunos días en revisión. Esto, después de que Donald Trump comenzara a presentar síntomas de COVID-19.
Específicamente —como es costumbre para los presidentes estadounidenses—, ingresará al Walter Reed National Military Medical Center en Maryland.
¿El lado positivo? La información salida de la Casa Blanca no indica que se haya complicado el estado de salud de Donald Trump. Según los oficiales, todo es un precavido plan e incluso seguirá trabajando.
“El presidente Trump se mantiene de buen ánimo, tiene síntomas leves y ha seguido trabajando durante el día”, escribía en un comunicado Kayleigh McEnany, la secretaria de prensa de la administración estadounidense. “Con precaución abundante y con la recomendación de su doctor de cabecera y otros expertos médicos, el presidente estará trabajando en las oficinas de Walter Reed por los próximos días”.
De acuerdo a fuentes consultadas por el New York Times, el presidente de Estados Unidos tiene fiebre y tos.
Por medio de su cuenta de Twitter, el presidente Trump publicó un video en el que afirma que su salud es estable pero que irá al hospital para revisar y monitorear que todo esta bien. agradeció todo el apoyo recibido e informó que su esposa, Melania, también se encuentra bien.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) October 2, 2020
Trump recibió un tratamiento experimental
Lo que sí está muy canijo —además de su sorpresivo viaje a un hospital militar por síntomas de COVID-19— es que Donald Trump recibió un tratamiento experimental, un conjunto de medicamentos que no ha sido aprobado para su uso público, en vistas de bajarle los síntomas.
El anuncio, confirmado por la Casa Blanca, dice que le dieron una inyección de 8 gramos de anticuerpos policlonales desarrollados por la farmacéutica Regeneron.
De acuerdo con los especialistas médicos, el extraño tratamiento que recibió Donald Trump tiene una misión muy particular: está pensado para atender a personas que tienen pocos síntomas, pero que se encuentran en mucho riesgo. Por su edad, su peso, su sexo y su estado físico, el presidente de Estados Unidos tiene a sus equipo médico en alerta.
